sábado, mayo 18

Jenni Hermoso acusa a Rubiales y su equipo de «atosigamiento» tras el beso no consentido (Video)

Jenni Hermoso, jugadora de la selección española de fútbol femenino, ha declarado hoy como testigo y víctima ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga si hubo agresión sexual y coacciones a raíz del beso que le dio el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales durante la celebración de la victoria española en el mundial de Australia y Nueva Zelanda. La deportista ha ratificado que el beso no fue consentido.

Según fuentes presentes en el interrogatorio, Hermoso ha mantenido su declaración ante la Fiscalía. Ha sostenido que el beso fue inesperado y en ningún momento consentido.

Posteriormente a este hecho, la jugadora ha explicado al juez que la situación vivida por la víctima, tanto el vuelo de vuelta a España como en su estancia en Ibiza, por parte de los investigados fue de «atosigamiento constante» que alteró su vida normal, produciéndole una situación de «desasosiego y tristeza«.

Al finalizar la declaración y abandonar la sede de la Audiencia Nacional, Jenni Hermoso ha agradecido ante los periodistas el apoyo recibido durante este tiempo, explicó que se encontraba «fuerte» y se limitó a constatar que, tras su declaración, «todo queda en manos de la justicia«.

Según fuentes presentes en el interrogatorio, el instructor ha preguntado a la jugadora si fue siendo cada vez más consciente de la «gravedad» de los hechos. Hermoso confirmó las sospechas del juez y añadió que fue asumiendo lo ocurrido en la medida que iban pasando las horas y los acontecimientos.

El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1, Francisco de Jorge, la citó inicialmente para el 28 de noviembre, pero la defensa de Rubiales solicitó el aplazamiento por coincidir la comparecencia con otro proceso judicial.

Hermoso ha sido la última en declarar en una causa en la que se investiga a Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones. La jugadora ya declaró ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, antes de que se incoasen diligencias. A ella le dijo que no se sintió respetada. “Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice nada para encontrarme con esa situación”, dijo entonces.

Lo primero que le digo al abrazarle fue ‘la que hemos liado’. Él pega un salto sobre mí, yo me mantengo firme para sostenernos. A la que baja me dijo que ‘este Mundial lo hemos ganado gracias a ti’. Lo siguiente que recuerdo son sus manos en mi cabeza y no recuerdo haber escuchado nada más”, explicó entonces la madrileña.

Y añadió: “En ningún momento fue consentido. No me sentí respetada, no se me respetó ni como jugadora ni como persona. Yo estaba viviendo algo histórico, no hice nada para encontrarme con esa situación”.

En su ratificación ante el juez, Hermoso ha aclarado que ella no escribió el primer comunicado de la RFEF en el que se quitaba importancia al beso de Rubiales aunque no dijo que no lo hubiese autorizado. También ha matizado una entrevista que hizo aquellos primeros días en una radio en la rebajó la gravedad de lo ocurrido. Ahora dice que en ese momento ya dijo que el beso no le gustó.

La jugadora ha vuelto a insistir que Rubiales le dijo en el avión de vuelta que le ayudara por sus hijas y que el entrenador Jorge Vilda hizo lo propio con su hermano.

Tras la celebración, y todavía en el estadio, la directora de Fútbol Femenino, Ana Álvarez, habló con ella, también lo hace la responsable de prensa Patricia Pérez. El revuelo por el beso ya empezaba a tener repercusión y la RFEF preparó un comunicado descargando de responsabilidad a Rubiales. Pérez la hizo bajar del autobús que trasladaba a la selección y se lo mostró. Le pidió su aprobación y la jugadora le respondió que hicieran lo que quisieran ante la imposibilidad de oponerse a su publicación.

Rubiales, en su declaración ante el juez, aseguró que el beso no fue más que “una muestra de afecto” que surgió de manera “natural” ante “millones de ojos” y “con consentimiento”. Insistió en que le preguntó “antes”, por lo que concluyó: “¿cómo no le voy a respetar?”. Además, relató ante el juez que después del beso, Hermoso “se fue muerta de risa” y dándole “dos cachetes en el costado”.

Jenni Hermoso ha ratificado ante el juez que Rubiales fue a buscarla al vestuario, todavía en Sídney, y si después también la abordó en Doha, donde el equipo hizo escala antes de llegar a Madrid desde Australia para pedirle que saliera con él en un vídeo explicativo. Además, ha insistido que hubo presiones por parte del entorno y trabajadores de la federación, que intentaron convencerla para que saliera en defensa del presidente, que finalmente fue suspendido por la FIFA y dimitió tres semanas después.

Tal y como ya dijo ante la fiscal, las presiones de Rubiales se sucedieron en el vuelo de vuelta a España, donde Rubiales le pidió que saliera en un vídeo exculpatorio para él. “Tienes que ayudarme, y hacerlo por mis dos hijas que están ahí llorando en el avión” le dijo el expresidente de la RFEF. “Él me estaba pidiendo que le ayudara a solucionar un acto que él provocó. Yo no sentía que tuviera que ayudar a nadie”.

A partir de ese momento, ya no la volvieron a presionar, pero entonces otros responsables de la RFEF se dirigieron a sus familiares y amigos. El ya exseleccionador Jorge Vilda, habló con el hermano de Hermoso, con su prima y con el novio de esta: “A mi hermano le dejaron caer que si yo le ayudaba, me iría bien”. Tanto Vilda, como el director de la selección masculina, Albert Luque, están imputados en la causa.

Diferentes versiones y testigos del caso

La futbolista Laia Codina, que declaró como testigo, dijo al juez que el beso no fue consentido y respaldó la versión dada por su compañera de selección. Corroboró que existieron presiones tras la polémica para que la futbolista respaldara la versión que en un primer momento dio la RFEF en su comunicado de prensa.

Otras compañeras de la selección como Alexia Putellas, Irene Paredes o Misa Rodríguez también comparecieron ante la Audiencia Nacional para ratificar esta versión. Y, a su vez, la mayoría del resto de sus compañeras se han pronunciado al respecto de forma pública, ya sea en entrevistas, como ha sido el reciente caso de la actual balón de oro, Aitana Bonmatí; o por redes sociales, en apoyo a su compañera.

Por su parte, el director del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo, negó ante el juez instructor que se produjeran presiones a la futbolista. Sin embargo, admitió que durante los días posteriores a la victoria en el Mundial de Australia hubo conversaciones con ella para tratar de llegar a un acuerdo sobre la versión que daría la RFEF sobre el beso.

Por: Agencia