viernes, noviembre 15

Jefe de Emergencia del Noriega Trigo abrazó a su homicida para evitar ser asesinado

Cuatro fueron los disparos que alertaron a los vecinos que algo no estaba bien en la urbanización San Felipe, de San Francisco este 14 de octubre. La hora en que se escucharon las detonaciones, aproximadamente las 9.00 de la mañana, descartaba que se tratara de un hecho delictivo.

Afuera de las viviendas dos hombres discutían por razones que los vecinos desconocían. Se trataba de Darwin Cedeño y Miguel Ángel Áñez Uhia. El primero, se había ganado el aprecio de los vecinos que lo reconocían con el apodo de «Cayo»; del segundo solo percibían que eran colegas que compartían un domicilio.

Cedeño, antes de llegar a ejercer en el Noriega Trigo, se desempeñó como director del hospital de Caja Seca. Ya en el centro asistencial dependiente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales San Francisco fue escalando en funciones y en la actualidad era el jefe de Emergencia y de Epidemiología. Mientras que Áñez Uhia estaba cursando el tercer año de residencia (postgrado) de Ginecología y Obstetricia.

Foco Informativo conoció el relato de una vecina, que prefirió no identificarse, en el que refiere los hechos del homicidio/suicidio que ha consternado a la sociedad médica del Zulia y de Venezuela por la forma como se desencadenaron los hechos.

La mujer señaló que la discusión se desarrolló porque Cedeño propuso a Áñez terminar la relación sentimental que sostenía. El homicida se opuso a la propuesta y decidió acabar con la vida del médico internista.

Expone la versión de la fémina que Añez disparó a Cedeño hiriéndolo en la mano, viendo la furia de su atacante, herido decidió huir por una de las veredas de la urbanización, pero fue perseguido por Áñez.

Darwin fue alcanzado por su victimario y para tratar de controlarlo lo abraza, pero Áñez estaba decidido a matarlo, se libra de los brazos y le dispara en par de oportunidades directo a la cabeza.

Señala la vecina que un policía, que escuchó los disparos, ubica el lugar donde se originan los estruendos y cuando llega al sitio es observador por el disparador que regresa a su vivienda y sin dar tiempo para disuadirlo, este se suicida dentro de la vivienda.

Muy amable

En las redes sociales las palabras de aprecio por el doctor Darwin Cedeño se multiplicaron, sobre todo de amigos y pacientes que elevaron su defensa por Cedeño por su calidad humana y profesional.

«El gremio médico sucrense expresa sus más sentidas palabras de condolencia hacia la familia del doctor Darwin Cedeño«, refiere un mensaje.

Por: Edgar Bolívar