El Gobierno de Japón anunció este viernes (31.03.2023) un plan para restringir las exportaciones a China de 23 materiales usados para fabricar semiconductores, uniéndose así a Estados Unidos en la medida, en el marco de tensiones comerciales con Pekín. La noticia se conoce luego de que Países Bajos provocara el enfado de China con una decisión similar.
«Lo que se busca es complementar los esfuerzos para evitar la desviación de estas tecnologías para usos militares», dijo un responsable del Ministerio de Comercio nipón a la agencia de noticias AFP. Ahora el ministerio abrirá un periodo de consulta pública de las medidas, que deberían empezar a implementarse en julio, según los medios locales.
Varias empresas japonesas líderes en este sector deberán obtener un permiso especial para enviar a China una serie de equipos utilizados para la fabricación de chips, con el objetivo de limitar los avances militares en el gigante asiático. «Creemos que los controles de exportación no afectarán áreas con grandes mercados, por lo que el impacto en el desempeño corporativo será limitado», dijo un funcionario del ministerio al diario local Nikkei.
Responsabilidad japonesa
«Japón tiene tecnología extremadamente alta en lo que respecta a la maquinaria de fabricación de semiconductores, por lo que asumimos la responsabilidad como país poseedor de esta tecnología de impedir su uso militar o en defensa», dijo el ministro de Economía, Comercio e Industria japonés, Yasutoshi Nishimura, en una rueda de prensa.
Aunque el texto de la propuesta no menciona directamente a China, uno de los mayores productores mundiales de esos componentes tecnológicos, el comunicado señala que se necesitará dicho permiso para exportar a todos los países que no aparecen en una lista de 42 naciones y regiones que gozan de la clasificación de «favorables».
Las medidas de Tokio siguen a las ya adoptadas por parte de Washington el pasado octubre, en las que el Gobierno de Joe Biden intensificó los controles de exportación de las empresas chinas de semiconductores. China advirtió que estas medidas amenazan el suministro global de semiconductores.