El Gobierno de Japón donó más de 9 millones de dólares a la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) para apoyar a unos 260 mil refugiados y migrantes en varios países de América del Sur.
«La contribución de Japón apoyará los esfuerzos de Acnur y sus socios para garantizar la protección, brindar asistencia humanitaria como alojamiento y artículos no alimentarios, y promover la inclusión socioeconómica de la población refugiada y migrante en Brasil, Colombia, Ecuador y Perú», informó este martes en un comunicado esta agencia de Naciones Unidas, reseñó EFE.
La donación apoyará la búsqueda de «soluciones a largo plazo en los países de acogida, ya que permitirá mejorar las condiciones de la infraestructura y capacitar a las organizaciones locales para proporcionar mejor asistencia, servicios esenciales como salud, orientación jurídica y apoyo psicosocial», anotó.
Además, contribuirá a que migrantes y refugiados accedan a alojamientos temporales que sean seguros y adecuados, o la distribución de artículos básicos de socorro, como kits de higiene, lámparas solares y colchones.
“Esta colaboración destaca la importancia de la solidaridad global para abordar los desafíos multifacéticos a los que se enfrentan las personas desplazadas por la fuerza en las Américas. Expresamos nuestra gratitud por el compromiso de Japón con los esfuerzos humanitarios en la región”, señaló el responsable de Relaciones Externas de Acnur para las Américas, Juan Carlos Murillo, de acuerdo con el comunicado.
El apoyo económico de Japón contribuirá también, según la nota, a facilitar el acceso de refugiados y migrantes a «procedimientos de asilo y documentación, así como a servicios educativos y deportivos, y lo que es más importante, promoverá su inclusión socioeconómica para que puedan reconstruir sus vidas con seguridad y dignidad».
El hambre, la desnutrición, la deshidratación, el estrés y diversas enfermedades y dolencias se apoderan cada día de miles de migrantes, en su mayoría venezolanos, que se desplazan a lo largo de Sudamérica con todas sus pertenencias cargadas en una mochila, tras haber dejado atrás su país.
El reciente análisis divulgado por la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) –coliderada por Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)–, indicó que 4,2 millones de venezolanos que residen en América Latina y el Caribe aún enfrentan dificultades para acceder a servicios esenciales y empleo formal.
Por Agencia