jueves, noviembre 21

Jamaica arresta a colombiano sospechoso de participar en el asesinato de Moïse

Las autoridades jamaiquinas arrestaron a un colombiano que se cree es sospechoso de participar en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse el 7 de julio, informó una inspectora de la policía de Jamaica a The Associated Press el jueves.

Las autoridades seguían realizando llamadas telefónicas a las distintas embajadas y cancillerías para confirmar los detalles, dijo la inspectora Stephanie Lindsay.

La policía dará a conocer pronto más información, añadió Lindsay.

Hasta el momento han sido arrestados más de 40 sospechosos en relación al magnicidio, incluyendo 18 exsoldados colombianos y varios agentes de la policía de Haití. Las autoridades colombianas han dicho que la mayoría de los soldados desconocían el verdadero objetivo de la operación.

Las autoridades haitianas han dicho que el autor intelectual del asesinato y la o las personas que lo financiaron continúan prófugas. La policía asegura que también buscan a otras personas acusadas de participar en el magnicidio, incluyendo a un exsenador haitiano y a Joseph Badio, quien alguna vez trabajó para el ministerio de Justicia de Haití y en la unidad anticorrupción del gobierno hasta que fue despedido en mayo pasado en medio de acusaciones de violar directrices éticas.

Moïse fue asesinado a disparos dentro de su residencia privada a mitad de la noche, en un ataque en el que su esposa resultó herida.

La investigación sobre el asesinato ha enfrentado varios obstáculos y provocado el despido del ministro de Justicia y del fiscal en jefe de la capital haitiana, Puerto Príncipe. El primer juez asignado al frente de la investigación dimitió en agosto, citando motivos personales. Dejó el caso luego que uno de sus asistentes falleciera bajo circunstancias inciertas.

Secretarios de la corte que asistían en la pesquisa también se han ocultado de la vida pública luego de recibir amenazas de muerte si no alteraban ciertos nombres y declaraciones en sus reportes.

El magnicidio conmocionó a una nación de más de 11 millones de habitantes y ha profundizado la inestabilidad política del país. El jueves se realizó una manifestación para exigir mejores condiciones de vida y la renuncia del primer ministro Ariel Henry debido a un repunte de la violencia.

Henry declaró recientemente a la AP que espera celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias el próximo año.

Por Agencia