La izquierda extrema y una derecha autoritaria o ultraliberal medirán fuerzas con gran probabilidad en la segunda vuelta de las elecciones peruanas, después de que las encuestas a boca de urna apunten a Pedro Castillo, Hernando de Soto y Keiko Fujimori como los candidatos con mayores opciones para llegar al balotaje.
Otro candidato, Yonhy Lescano, de centro izquierda, aún aparece dentro del margen de error de la encuesta, ubicado en el +/- 3 %, pero parece complicado que pueda entrar en la segunda posición de la votación, que le daría el pase a la definición de la presidencia peruana que se realizará el próximo mes de junio.
Castillo, un maestro y líder de una facción radical del sindicato de profesores, es el candidato que, siempre según la encuesta y a falta del recuento de los votos, tiene más fácil acceder al balotaje, después de haber recibido el 16,1% de los votos.
Ese resultado coincide con las estimaciones de las encuestas que durante las últimas semanas habían detectado un ascenso meteórico y sorpresivo de este candidato, cuyas propuestas son de una izquierda dura en el campo económico, conservadoras en lo social y que exige un cambio radical en la Constitución entre otras cosas para que los jueces del Tribunal Constitucional sean elegidos «por el pueblo».
Un peldaño más atrás, y en una aparente pugna voto por voto para saber quien llegará al balotaje se encuentran De Soto y Fujimori con un 11,9% de los sufragios.
Ambos son candidatos de derecha radical. De Soto, un economista de 79 años, propugna por una intervención casi nula del Estado en la economía y durante la campaña indicó incluso que dejaría que la campaña de vacunación contra la covid-19 fuera dirigida tan solo por el sector privado.
Si finalmente pasa al balotaje, esta sería la tercera elección consecutiva en la que Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), dispute la presidencia.
La candidata postuló en esta ocasión con una propuesta de derechas autoritarias, reivindicando la presidencia de su padre, preso por violaciones a los derechos humanos y a quien ya dijo que piensa indultar si llega al Palacio de Gobierno, y apostando por aplicar «mano dura» para resolver los problemas de los peruanos.
Sobre Fujimori pesa una acusación por el delito de lavado de activos vinculada a la supuesta financiación ilegal de las campañas de su partido en 2011 y 2016 a cargo de la empresa brasileña Odebrecht, entre otras.
Reacciones
Desde su región natal andina de Cajamarca, Castillo reaccionó a esta encuesta con un llamado a la «calma y la tranquilidad del pueblo» y pidió controlar la «efervescencia» para ser respetuosos con los «datos oficiales» aún por conocer.
Castillo, maestro escolar, añadió que el resultado es «expresión del pueblo» que demuestra que los peruanos «se sienten identificados con una persona que nace del mismo pueblo».
«Si los resultados se confirman, quiero agradecer enormemente a todos y cada uno de los maestros del Perú», concluyó el candidato.
Fujimori se expresó también con alegría, confiada en pasar a la segunda ronda electoral, y pidiendo tranquilidad a sus seguidores.
Congreso dividido
En tanto, la votación al Congreso dejaría, tal y como estaba previsto, un Parlamento con hasta 11 grupos políticos distintos, con una votación de entre el 10,7 % y el 5,4 % de votos, liderados por Acción Popular, el partido de Yonhy Lescano el candidato que hasta hace pocos días era el gran favorito por llegar a la segunda ronda pero que parece haberse quedado en el camino.
Perú Libre, de Castillo, obtendría un resultado similar, seguido por el fujimorismo y la derecha radical de Renovación Popular.
En cualquier caso, la encuesta a pie de urna confirma que Perú tendrá un poder legislativo muy disperso, polarizado y que tendrá dificultades para coordinar muchas bancadas, ninguna de las cuales tendrá un gran peso en una cámara compuesta por 130 diputados.
El resultado en las encuestas también apunta a que el expresidente Martín Vizcarra (2018-2020) podría obtener una plaza en el Congreso por el partido Somos Perú.
Día complejo
La jornada electoral se dio bajo unas complicadas situación, con la pandemia de COVID-19 batiendo récords de muerte y contagios y el país sumergido en una profunda crisis económica.
A esta situación se añadió un retraso en la apertura de un gran número de mesas de votación debido a la incomparecencia de los miembros de mesa designados.
Si bien casi todas las mesas pudieron finalmente recibir votos, lo hicieron casi cinco horas después de lo establecido y eso generó largas filas y aglomeraciones, además de exponer a los adultos mayores, discapacitados y mujeres embarazas que, precisamente por protocolos de seguridad anticovid, habían sido convocados a votar a primera hora.
Más de 25 millones de peruanos fueron llamados a votar en estos comicios, obligatorios para todos los ciudadanos de entre 18 y los 70 años de edad.
Por: Agencia