Italia rindió homenaje este lunes al juez antimafia Giovanni Falcone, asesinado por la mafia siciliana hace 30 años y cuyo «coraje» fue exaltado por el primer ministro Mario Draghi y el presidente de la República, Sergio Mattarella.
«La mafia lo temía porque demostró que la organización no era invencible y que el Estado era capaz de derrotarla con la fuerza de la ley», reconoció en una ceremonia oficial el presidente Mattarella, cuyo hermano fue asesinado en Sicilia también por la mafia.
«Gracias al coraje, al profesionalismo y a la determinación de Falcone, Italia es ahora un país más libre y más justo», aseguró en una nota por su parte Draghi.
«Falcone y sus colegas de la antimafia de Palermo no sólo dieron golpes decisivos a la mafia sino que lograron sembrar los valores de la antimafia en la sociedad, en las nuevas generaciones, en las instituciones republicanas», explicó.
El 23 de mayo de 1992, a las 17H58, una potente explosión arrancó un tramo de la carretera que conduce al aeropuerto de Palermo.
La explosión fue tan poderosa que la registró el Instituto Nacional de Geofísica, que suele tomar el pulso al volcán Etna.
Murieron el juez antimafia Giovanni Falcone junto con la esposa y tres miembros de su escolta. Una carga de 500 kilos de TNT y nitrato de amonio fue colocada en una tubería de agua que discurre bajo la carretera que une el aeropuerto con el centro de la capital siciliana.
En el kilómetro 4, cerca al desvío que conduce a la localidad de Capaci, quedó un cráter de un metro de profundidad y un montón de láminas, asfalto, piedras y cuerpos despedazados.
La bomba pulverizó el coche que iba delante y lo lanzó a varios cientos de metros. Los tres policías a bordo murieron.
En el otro automóvil, un Fiat Croma blanco blindado, el juez Falcone, que conducía, y su esposa Francesca Morvillo, quedaron heridos de muerte. El conductor, Giuseppe Costanza, que iba sentado en la parte trasera, sobrevivió, al igual que los tres agentes que viajaban en el coche de atrás.
En el lugar donde murieron crece ahora el «Jardín de la memoria», con olivos que producen aceite para ser usado en las iglesias sicilianas para las unciones de los bautizos y confirmaciones.
Un héroe nacional
La ministra del Interior, Luciana Lamorgese, depositó una corona de flores este lunes por la mañana.
Toda la prensa italiana rememora esos dramáticos momentos, así como el atentado 57 días después del otro juez antimafia Paolo Borsellini, amigo y colega de Falcone, con el que preparó el primer «maxi-Proceso» a la organización criminal, que condujo en 1987 a la condena de cientos de mafiosos.
Los dos inspiraron a toda una nueva generación de magistrados que década tras década arriesgan sus vidas para continuar la batalla iniciada por esos dos emblemáticos jueces.
Con ocasión del 30° aniversario de su muerte el Istituto Poligrafico dello Stato lanzó una nueva moneda de dos euros, con los dos rostros de los magistrados, la cual circulará en todos los países de la Unión Europea.
Conferencias, espectáculos, documentales, manifestaciones, especiales de radio y televisión, han sido organizados a lo largo de toda la jornada en varias ciudades de Italia para recordar esos brutales asesinatos.
«Uno de nosotros», titula este lunes el diario La Stampa bajo la fotografía de Falcone, considerado ahora un héroe nacional.
Más de mil sábanas blancas o con pintadas hechas por estudiantes de todo el país ondean en el Foro Italico Umberto I de Palermo, mientras en la tarde se congregaran para un concierto ante el «Árbol de Falcone», localizado frente a la residencia de la madre, para recordar la hora de la explosión.