Enschede (Países Bajos).- Italia se recuperó del golpe sufrido en semifinales y, este domingo, consiguieron el tercer lugar de la Nations League al derrotar 2-3 a los Países Bajos.
El orgullo de Italia explotó la vulnerabilidad de los Países Bajos. Añorando Koeman, en tiempos de reconstrucción, a dos referentes como De Ligt y Memphis Depay, en un torneo en el que las esperanzas de conquistar un título 35 años después se transformaron en profunda decepción.
El carácter competitivo italiano se impuso desde el inicio. En esta ocasión dando la vuelta a lo ocurrido en semifinales cuando cayeron ante España. Fue la ‘azzurra’ la que comenzó golpeando con apenas seis minutos de partido, cuando Dimarco exhibió su potente zurda.
Una acción sin aparente peligro acabó llegando al área, donde el lateral impactó el esférico para firmar una definición magnífica de exterior de zurda, reseñó EFE.
La misma inseguridad neerlandesa exhibida ante Croacia reapareció. Ante una Italia más intensa, no encontró la forma de generar peligro en el primer acto. Un testarazo de Van Dijk, que pidió penalti por mano, era la única llegada antes de recibir un nuevo golpe. Frattesi hizo el segundo a placer a los 20 minutos, tras varios rechaces.
Dimarco siempre aparecía con peligro y pudo convertir el duelo en goleada con un zurdazo que acarició la escuadra. Un carrilero que de la misma manera que apura el carril izquierdo para encontrar pases de peligro, se descuelga hacia el centro para explotar su buen golpeo.
Países Bajos, como en las semifinales, se basó en la calidad de De Jong en la creación y la voluntad de Gapko, con el punto de mira desviado al perdonar la más clara antes del descanso con todo para marcar, pero picar el balón para que rozase el poste. La queja de la afición local con silbidos espoleó a los jugadores en el segundo acto. Tiró de orgullo ante su poco fútbol Países Bajos, que buscó el empate hasta el final.
Aumentó presencia en área rival con la entrada de un punta como Weghorst, colgó más balones y provocó que Italia reculase. Por insistencia acabó marcando, tras el centro de Gapko, el gran control Bergwijn y su maniobra, pisando el balón con la derecha y marcando con un zurdazo seco.
Pero las esperanzas de una selección endeble apenas duraron cinco minutos. Italia enganchó varias contras y a la tercera no perdonó Chiesa, con todo el carril libre para correr y cruzando su disparo a Bijlow.
Solo le quedaba a los Países Bajos luchar hasta el final y llegó a ver de cerca los penaltis después de un tanto anulado a Weghorst por fuera de juego y el 2-3 definitivo de Wijnaldum a pase de De Jong. Mancini encontró respuesta en los jóvenes; Koeman está en problemas.
Por: Agencia