viernes, noviembre 8

Israelíes bloquean la entrada de ayuda humanitaria para Gaza

La ONU teme una hambruna en Gaza y Hamás condiciona el destino de los rehenes a la entrada de ayuda humanitaria en el territorio, pero esto no impide que algunos israelíes bloqueen camiones en la frontera para presionar al «enemigo».

Un centenar de manifestantes se reunieron el domingo delante del paso de Nizzana, en la frontera entre el Sinaí egipcio y el Néguev israelí, separados por una gran valla con alambre.

Ni los bloques de cemento ni la presencia de soldados en esta zona militar israelí impidió que entrasen en el terminal, donde una parte de la ayuda humanitaria debe someterse a un estricto control de las autoridades antes de dirigirse a Rafah, en la Franja de Gaza.

Debido a la manifestación, los transportistas que esperan del otro lado de la frontera, en Egipto, no pudieron cruzar la puerta de Israel.

David Rudman, de 35 años, acudió el domingo desde Jerusalén, a tres horas en auto, para impedir la entrada de alimentos, combustible y medicamentos en Gaza, donde la ONU teme una hambruna entre los 2,4 millones de habitantes del territorio palestino, asediado y atacado desde hace más de cuatro meses por Israel.

«Puede que estén pensando que es inaceptable no dejar entrar comida y agua. Pero teniendo en cuenta la situación en la que estamos, es aceptable«, asegura, refiriéndose a los rehenes retenidos en Gaza.

Desesperación

El movimiento islamista Hamás amenazó el fin de semana con suspender las negociaciones para una tregua en Gaza, que permita liberar a los rehenes secuestrados durante su ataque del 7 de octubre en Israel, si no entraba más ayuda en el territorio palestino.

Una primera tregua permitió a finales de noviembre la liberación de un centenar de rehenes de los cerca de 250 secuestrados ese día. Según Israel, 130 siguen retenidos y 30 de ellos estarían muertos.

«Uno de mis buenos amigos es rehén (…). Esperamos que siga vivo en Gaza. No tiene sentido. Por una parte, les damos agua, medicamentos y alimentos, pero por otra ni siquiera tenemos una lista» de los rehenes y de su estado, afirma David, sin desvelar la identidad de su amigo para protegerlo.

«Queremos hacer que liberen a los rehenes. Hace semanas que no hay avances (para su liberación), por lo que verán a más gente viniendo aquí«, prevé.

Los familiares de los rehenes, que se manifiestan cada semana para que el gobierno israelí acepte un acuerdo para su liberación, dijeron este fin de semana que querían bloquear la terminal de Nizzana o la de Kerem Shalom, más al norte, donde también se inspecciona la ayuda antes de su entrada en Gaza.

Sin embargo, solo un miembro de las familias estaba en Nizzana el domingo, y se negó a hablar por temor a represalias contra los rehenes.

«Desobediencia civil»

El 7 de octubre, los combatientes de Hamás mataron a unas 1.160 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento efectuado por la AFP en base a datos oficiales israelíes.

Israel respondió con una potente ofensiva en Gaza que ha dejado más de 29.000 muertos, según Hamás, que gobierna el territorio palestino.

Según un sondeo del canal israelí 12 publicado a finales de enero, el 72 % de los israelíes consideran que la ayuda humanitaria no debería entrar en Gaza mientras los rehenes no sean liberados.

La ONU afirma que las manifestaciones de estos últimos meses en Nizzana y Kerem Shalom impiden durante varias horas la entrada de camiones en Gaza, reduciendo los escasos recursos en el asolado territorio.

El domingo, varios miembros de la asociación de derecha radical «Israel is Forever» acudieron a bloquear la ayuda.

«Hamás no liberará por las buenas a nuestros rehenes si entregamos camiones humanitarios a la población civil de Gaza. De todas maneras, no hay población civil inocente en Gaza«, afirma Nili Nauri, presidenta de la asociación.

¿Su solución? «Que los gazatíes se vayan de Gaza» si quieren ayuda. Según ella, la ayuda de la comunidad internacional solo favorece que Hamás se mantenga.

David Ickowicz, un asiduo a estos bloqueos de 39 años, está convencido de la utilidad de su «desobediencia civil»: «Los dirigentes de Hamás viven en túneles. Pero para vivir en túneles y respirar oxígeno se necesita electricidad, producida con combustible. Cortando el suministro de combustible los obligaremos a salir de los túneles«.

El domingo por la noche, la Media Luna Roja Palestina anunció que 123 camiones entraron en Gaza por Kerem Shalom, pero ninguno por Nizzana, debido a la manifestación.

Por: Agencia