Irán fue objeto el martes de un «ciberataque» sin precedentes por su alcance, que paraliza la distribución de gasolina, sin que por ahora se hayan podido identificar los autores.
En un país donde abunda el carburante a precios irrisorios, los conductores se quedaron muy sorprendidos al ver que sus gasolineras iban cerrando progresivamente y se iban formando largas files de espera.
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional, máxima instancia de la seguridad de la República Islámica, afirmó que la avería se debía a «un ciberataque contra el sistema informático de distribución de gasolina», informó la televisión estatal, que había anunciado poco antes «perturbaciones en el sistema informático».
«Se están investigando los detalles del ataque y su fuente», agregó la cadena, sin dar más precisiones.
El incidente es de gran envergadura porque bloqueó el sistema informático que permite a los iraníes comprar gasolina, gracias a una tarjeta digital distribuida por las autoridades.
Irán dispone de las terceras reservas de petróleo en el mundo y ocupaba en 2020 el quinto lugar como productor dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
«No quiero hablar, estoy de muy mal humor», dijo a la AFP una automovilista en su coche en Teherán, a la espera de que la distribución de carburante se reanude rápidamente.
En las redes sociales, otros conductores se quejaban de la situación.
«Qué desastre»
«Qué desastre. Justo cuando los sistemas fueron pirateados, mi coche quedó averiado en mitad de la carretera», tuiteó Sabour, una joven internauta de la ciudad de Yazd (este).
El portavoz de la sociedad nacional de Irán para la distribución de productos derivados del petróleo, Fatemeh Kahi, declaró que se convocó una reunión urgente para resolver el problema.
En Teherán, técnicos del ministerio de Petróleo desactivaron el sistema informático en varias gasolineras para poder distribuir carburante manualmente, dijo la misma fuente.
Queda saber quién está detrás de este «ciberataque».
La agencia de noticias conservadora Fars relacionó el colapso con la proximidad del segundo aniversario de las protestas de noviembre provocadas por un aumento en los precios de la gasolina.
«La campaña de los medios contrarrevolucinarios a medida que se acerca (del aniversario) de los hechos de noviembre de 2019 refuerza la posibilidad de un ciberataque», según la agencia.
En aquellas protestas, fueron atacados puestos policiales, hubo tiendas saqueadas, incendios en bancos y gasolineras, y las autoridades impusieron un corte de internet de una semana.
«Sin aumento de precio»
Las autoridades iraníes hablaron entonces de 230 personas muertas, pero un grupo de expertos que trabajan para el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos dio cuenta de más de 400 muertos.
Para tranquilizar a la población, el ministro del Interior, Ahmad Vahidi, declaró el martes en la televisión que el gobierno «no planea aumentar el precio de la gasolina y la gente no tiene que preocuparse».
Teherán también baraja la posibilidad que Estados Unidos o Israel, sus principales enemigos, estén en el origen del ataque.
En septiembre de 2010, el virus Stuxnet había atacado el programa nuclear iraní, lo que desencadenó una serie de fallas en su parque de centrifugadoras para enriquecer el uranio.
Desde Stuxnet, Irán por una parte, y Estados Unidos e Israel por la otra, se acusan mutuamente de ciberataques.
En mayo de 2020, el diario Washington Post informó de un ciberataque israelí contra unos de los dos puertos de Bandar Abas, ciudad iraní en el estrecho de Ormuz, en represalia, según el periódico, de una ataque contra instalaciones hidráulicas civiles en Israel.
Por Agencia