jueves, noviembre 7

Irán afirma que sus aliados «no retrocederán» ante Israel

El líder supremo de Irán defendió el viernes en un inusual sermón el ataque con misiles contra Israel y prometió que sus aliados en Oriente Medio seguirán luchando.

Este discurso, pronunciado en árabe y no en farsi -idioma más hablado en Irán- es el primero del ayatolá Ali Jamenei desde que la República Islámica lanzara el segundo ataque de su historia contra Israel.

También es el primero desde que la violencia transfronteriza entre el movimiento islamista Hezbolá y el ejército israelí desembocara en una guerra en Líbano.

Casi un año después del ataque del movimiento palestino Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, que desencadenó el conflicto en Gaza, el Estado hebreo anunció que el «centro de gravedad» se desplazó hacia el norte, en la frontera libanesa.

El ataque de Hamás fue «un acto internacional lógico y legítimo, y los palestinos tenían razón», afirmó Jamenei, cuyo país no reconoce el Estado de Israel.

«La resistencia en la región no retrocederá ante estos martirios y vencerá», agregó, en referencia a los asesinatos de Hasán Nasralá, líder de Hezbolá muerto el 27 de septiembre en un bombardeo israelí cerca de Beirut, y de Ismail Haniyeh, jefe de Hamás, en un ataque imputado a Israel el 31 de julio en Teherán.

De hecho, Hezbolá aseguró que la mañana del sábado se enfrentó a tropas israelíes en la zona fronteriza de Líbano.

«Esta guerra va a ser larga»

El martes, Irán lanzó unos 200 misiles contra territorio israelí, afirmando que se trataba de una respuesta por la muerte de Nasralá y Haniyeh.

Una fuente cercana a Hezbolá indicó que Nasralá fue enterrado «provisionalmente» en un lugar secreto por temor a que sus funerales sean blanco de otro ataque de Israel.

El ataque iraní generó una serie de amenazas cruzadas y ante el temor a una escalada, el presidente estadounidense, Joe Biden, instó a Israel a no atacar las instalaciones petroleras de Irán.

«Lo más importante que podemos hacer es tratar de movilizar al resto del mundo y a nuestros aliados» para aplacar las tensiones entre Israel e Irán, declaró este viernes a periodistas en la Casa Blanca.

En contraste, el expresidente estadounidense y candidato presidencial republicano Donald Trump, consideró que Israel debería «golpear» las instalaciones nucleares iraníes.

Durante la noche, intensos bombardeos israelíes tuvieron como objetivo los suburbios del sur de Beirut, bastión de Hezbolá. Cuatro hospitales suspendieron sus servicios por los ataques.

Fatima Salah, una enfermera de 35 años, dijo que la gente en Beirut está «asustada» por sus hijos. «Esta guerra va a ser larga», lamentó.

Según el sitio web estadounidense Axios, que cita a responsables israelíes, Hashem Safieddine, posible sucesor de Nasralá al frente de Hezbolá, era el blanco de estos bombardeos. El ejército israelí no lo confirmó.

La mañana del sábado, periodistas de AFP escucharon explosiones y observaron columnas de humo sobre sobre suburbios del sur de Beirut, luego de que el portavoz militar israelí Avichay Adraee llamara a evacuar parte del barrio capitalino Burj al Barajneh.

En medio de los bombardeos israelíes, el canciller iraní Abás Araqchi llegó el viernes a Beirut y prometió que Teherán está «firme» al lado de Líbano.

El ministro subrayó también que Teherán apoya «los esfuerzos» para un alto el fuego simultáneo con Israel en Líbano y en Gaza y que Irán estaba también «en contacto con otros países» para ello.

El Comité Islámico de Salud, afiliado a Hezbolá, señaló que once de sus socorristas murieron el viernes en bombardeos israelíes en el sur del país.

El ejército israelí atacó también la zona de Masnaa, en el este, provocando el corte de la principal carretera que conecta con Siria, hacia donde 310.000 personas huyeron en los últimos días.

ONU condena bombardeo en Cisjordania

Al día siguiente del inicio de la guerra en Gaza entre Israel y Hamás, Hezbolá abrió un frente contra Israel en apoyo de su aliado palestino.

Tras intercambiar disparos en la frontera diariamente durante casi un año, Israel intensificó sus bombardeos en Líbano desde el 23 de septiembre, y el lunes inició una incursión terrestre en el sur del país, donde nueve de sus soldados han muerto en combates contra Hezbolá.

Otros dos militares murieron por un ataque de dron procedente de Irak y que golpeó una base israelí en los Altos del Golán, una zona ocupada por Israel, informó el viernes la radio militar israelí.

El ejército israelí afirmó que seguiría infligiendo «duros golpes» a Hezbolá para permitir el regreso de unos 60.000 residentes desplazados por los disparos de cohetes del movimiento libanés contra el norte de Israel.

Según un balance de AFP basado en cifras oficiales, casi 2.000 personas han muerto en Líbano desde octubre de 2023, entre ellas al menos 1.110 desde el 23 de septiembre. El gobierno libanés calcula que alrededor de 1,2 millones de personas han sido desplazadas.

El ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre dejó 1.205 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales israelíes.

La ofensiva de represalia israelí en Gaza ha causado la muerte de al menos 41.802 personas, también civiles en su mayoría, según cifras del Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás, que la ONU considera fiables.

La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó este viernes y calificó de «ilegal» el bombardeo lanzado por Israel el jueves por la noche contra un campamento de refugiados en Cisjordania ocupada que según la Autoridad Palestina dejó 18 muertos.

 

Por: Agencia