Investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, en EEUU, demostraron que las langostas no solo pueden ‘olfatear’ la diferencia entre las células cancerosas y las células sanas, sino que también pueden distinguir entre diferentes líneas de células cancerosas.
Los científicos dicen que este hallazgo podría proporcionar la base para dispositivos que usan neuronas sensoriales de insectos para permitir la detección temprana de cáncer usando solo la respiración del paciente, reseñó 20 Minutos.
Aunque tales dispositivos no están en el horizonte inmediato, no son tan descabellados como podrían parecer, dijeron los autores de la nueva investigación compartida el 25 de mayo en el sitio web BioRxiv.
Parte de eso se debe a que las personas se han acostumbrado a la tecnología que aumenta o supera nuestros sentidos naturales. Por ejemplo, los telescopios y microscopios revelan mundos que de otro modo serían invisibles.
El éxito de los dispositivos de ingeniería puede hacer que sea fácil pasar por alto el rendimiento de nuestras herramientas naturales, especialmente el órgano de los sentidos justo frente a nuestros ojos.
“Las narices siguen siendo lo último en tecnología”, dice Debajit Saha, profesor asistente de ingeniería biomédica en MSU. “Realmente no hay nada como ellas cuando se trata de detección de gases”, añade.
La experiencia de los perros
Es por eso por lo que la ciencia confía en los perros y sus súper olfateadores para detectar olores reveladores de drogas, explosivos y, más recientemente, condiciones de salud que incluyen niveles bajos de azúcar en la sangre e incluso Covid-19.
Los científicos están trabajando en una tecnología que puede imitar el sentido del olfato, pero nada de lo que han diseñado puede competir con la velocidad, la sensibilidad y la especificidad del olfato biológico antiguo.
Por Agencia