lunes, septiembre 2

Investigación revela que los mosquitos están desarrollando inmunidad al repelente más potente

El DEET ( N,N -dietil- m -toluamida) ha sido el ingrediente activo por excelencia de la mayoría de los repelentes de mosquitos e insectos del mercado. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que el Aedes aegypti, un conocido transmisor de enfermedades como el zika, el dengue y la fiebre amarilla, está desarrollando resistencia a este potente compuesto. Reseña National Geographic.

El repelente de mosquitos en riesgo

El olor típicamente nocivo del DEET suele impedir las molestas picaduras, ya que los mosquitos encuentran desagradable esta sustancia y evitan posarse en la piel o superficies tratadas. Pero un estudio publicado en PLOS ONE encontró que algunos de estos insectos están ignorando su efecto repelente.

Los investigadores encontraron que los mosquitos Aedes aegypti muestran una menor respuesta después de exposiciones previas. Este hallazgo sugiere que los insectos pueden desarrollar tolerancia, lo que les permite soportar mejor el contacto con este compuesto en aplicaciones posteriores.

“Tres horas después de la exposición previa, los mosquitos mostraron insensibilidad conductual, y la electroantenografía reveló que esto se correlacionaba con que las neuronas receptoras olfativas respondían menos al DEET. El cambio de comportamiento como resultado de la exposición previa al DEET tiene implicaciones en el uso de repelentes y la capacidad de los mosquitos para vencerlos”, destaca la investigación.

El equipo dividió a los mosquitos en dos grupos y los colocaron bajo mallas metálicas. Luego, los voluntarios sostuvieron sus brazos a 2.5 centímetros sobre cada jaula: uno tratado con una solución de DEET al 20 % y otro sin repelente. Tres horas después, repitieron el experimento y contaron cuántos intentaron atravesar la malla. Descubrieron que cerca de la mitad de los expuestos inicialmente al compuesto intentaron alcanzar el brazo tratado.

Lo que está sucediendo con los mosquitos puede estar en sus antenas, esta parte de su cuerpo podría estarse volviendo menos sensible al repelente con el tiempo, como lo mostró la electroantenografía en los receptores de olor. Este fenómeno puede compararse a cuando una persona se acostumbra al olor del lugar donde se encuentra o de los objetos cercanos.

La habituación de este grupo de insectos resulta preocupante, ya que los repelentes con el compuesto DEET no solo evitan picaduras, sino también ha sido clave para evitar la propagación de enfermedades. Aun así, no se recomienda abandonar su uso, dado que otro grupo de mosquitos sin exposición previa mostró menos del 10 % de intentos de alcanzar el brazo tratado.

Por: Agencias / Foto: Cortesía