El lunes presentaron los jefes de ambas cámaras de la Dieta Nacional, el parlamento de Japón, un informe que indignó a todo el país. De 1.400 páginas y compilado por equipos de investigación de ambas cámaras, el texto revela los terribles casos de esterilización forzada en personas con discapacidad intelectual, enfermedades mentales o trastornos hereditarios, realizadas en virtud de una desaparecida ley de eugenesia.
El documento detalla cómo unas 25 mil personas, incluidos niños de tan solo nueve años, fueron esterilizadas entre 1948 y 1996 bajo esta ley, cuyo objetivo era “prevenir el nacimiento de descendientes de mala calidad”, reseñó Infobae.
Un total de 16.500 personas fueron esterilizadas sin su consentimiento, y cerca de 8.500 más después de obtener su consentimiento, cuya validez han sido cuestionada por los activistas, ya que hubo casos en los que las operaciones de esterilización se llevaron a cabo con falsos pretextos, así como sin la celebración de las necesarias reuniones del panel de selección.
El informe, según reportó la agencia Jiji Press, dice que se encontraron registros de cirugías de esterilización en gobiernos locales y otras organizaciones. Las víctimas más jóvenes eran un niño y una niña, ambos de 9 años en ese momento, y el mayor era un hombre de 57 años. El niño fue esterilizado entre 1960 y 1964 y la niña entre 1970 y 1974.
La ley, derogada en 1996, es reconocida como uno de los capítulos más oscuros en la recuperación de la posguerra de Japón. De acuerdo a una investigación de Sumiko Otsubo y James R. Bartolomé publicada en 1998 por Cambridge University Press “los ideales y las políticas eugenésicas lograron una notable popularidad en Japón. La mayor parte de la genética japonesa dominante se derivó de raíces mendelianas ortodoxas en Alemania y (en menor grado) en los Estados Unidos. Pero las nociones lamarckianas de estilo francés sobre la heredabilidad de los caracteres adquiridos gozaron de una sorprendente popularidad entre los entusiastas de la eugenesia”.
“Los eugenistas japoneses podrían condenar las acciones de eugenistas extranjeros como Charles Davenport en los Estados Unidos por sus esfuerzos para prohibir la inmigración japonesa en la década de 1920, pero apelar a estos mismos eugenistas como fuente de legitimidad en Japón”, escribieron en su texto titulado Eugenesia en Japón: algunas ironías de la modernidad, 1883–1945.
Por Agencia