miércoles, diciembre 18

Informe refleja las necesidades humanitarias de los venezolanos con ingreso reciente a Chile

La Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Tarapacá con el apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Delegación Presidencial Regional de Tarapacá y la Universidad Católica del Norte, acaban de publicar el estudio denominado “Necesidades humanitarias de personas venezolanas con ingreso reciente a Chile”, que visibiliza las duras condiciones que viven las personas refugiadas y migrantes que están llegando por el norte del país por pasos fronterizos no habilitados.

La investigación también  ofrece una caracterización de los principales desafíos humanitarios que requieren de atención urgente para garantizar la protección de estas personas, así como su integración en el país.

Respecto de las necesidades más urgentes de las personas venezolanas en movilidad, el 74,6 % (129) de los adultos encuestados en las localidades de Colchane e Iquique declararon que no tenían un lugar donde dormir esa misma noche y, al preguntárseles si ha pasado frío en las noches, el 71,1 % de los adultos encuestados respondieron que todas o la mayoría de las noches. Al mismo tiempo, un gran porcentaje aseguró que durante la última semana no alcanzó las tres comidas mínimas diarias.

Para más datos relevantes e información sobre los hallazgos está disponible el estudio completo con con la opción de descarga gratuita en la página web de ACNUR.

De éste se desprende:

Colchane e ingresos irregulares

El ingreso de personas refugiadas y migrantes de Venezuela comienza a crecer de manera sostenida en Chile a partir de 2015. El censo de 2017 ya registraba un incremento significativo de esta población, sin embargo es a partir de 2018 cuando este flujo crece al punto de transformarse en la primera mayoría a nivel nacional (INE-DEM, 2020).

El inicio de la pandemia y el consecuente cierre de la frontera, así como la imposición de visas consulares para esta nacionalidad cambió las condiciones de ingreso condiciones de extrema vulnerabilidad, por pasos no habilitados, la mayoría de ellos sin documentos y sin recursos económicos para sobrevivir los siguientes días (Stefoni et al., 2021).

La mayoría de estos ingresos se concentran en el paso Colchane, en la frontera norte de Chile con Bolivia. Colchane se ubica en el norte grande del país, en la provincia del Tamarugal, en la región de Tarapacá. Cuenta con una población de 1.728 personas, de acuerdo al censo 2017, con un índice de masculinidad de 123,4 y el 74,28 % de su población se identifica con el pueblo aimara (Censo 2017).

Este paso fronterizo se ubica en el altiplano a 4.000 msnm y se caracteriza por las duras condiciones climáticas.

En los meses de verano (enero y febrero) se presentan grandes lluvias, fenómeno climático conocido en Chile como “el invierno boliviano”.

El intenso frío nocturno que contrasta con el calor del día, la altura, la falta de agua, comida y abrigo adecuados hacen de este cruce fronterizo el más difícil de realizar de acuerdo a las entrevistas y conversaciones sostenidas durante el trabajo de terreno.

De hecho, a la fecha han muerto 19 personas desde el cierre de la frontera en marzo de 2020.

Por: Agencia