El general Yuber Armando Aranguren Rodríguez fue acusado por la Fiscalía como supuesto responsable de acosar sexualmente en 2018 a una subalterna cuando se desempeñó como comandante de Vigésima Séptima Brigada del Ejército colombiano, con sede en Mocoa, capital del departamento del Putumayo.
La Fiscalía informó este viernes en un comunicado que, de acuerdo con la investigación, el alto oficial “se habría valido de su superioridad de autoridad y de poder en la institución para, supuestamente, perseguir, hostigar y asediar física y verbalmente a una subteniente”, reseñó EFE.
Por eso un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia imputó al general Aranguren Rodríguez los “delitos de acoso sexual e injuria en circunstancia de mayor punibilidad”, cargos que no fueron aceptados por el alto oficial, agregó la información.
En las investigaciones la Fiscalía estableció que el acoso comenzó en julio de 2018 y se prolongó tres meses, tiempo en el cual el entonces brigadier general supuestamente tuvo “varias actuaciones y agravios contra la honra, la integridad sexual y la condición de mujer de la subteniente”, que lo denunció ante la Oficina de Género del Ejército.
Sin embargo, el general Aranguren la sacó de su cargo y la trasladó a otra dependencia e “incrementó los ataques verbales denigrantes frente a otros uniformados y en distintos escenarios”.
Este caso se suma a otros de militares que supuestamente han acosado sexualmente a subalternas.
El octubre pasado la Procuraduría colombiana (Ministerio Público) abrió una investigación disciplinaria al jefe de inteligencia militar del Ejército, el brigadier general Mario González Lamprea, por una supuesta conducta sexual abusiva ejercida a una teniente retirada en noviembre de 2017.
La subteniente Jeimy Lizeth Muñoz Cometa relató en la W Radio que los hechos ocurrieron en noviembre de 2017, cuando el entonces coronel la invitó a su despacho porque ella manifestó su preocupación al creer que por ser mujer no le estaban dando “la importancia” para ubicarla en un cargo.
Según Muñoz, él le aseguró que se lo iban a dar, pero cerró la puerta del despacho y comenzó a preguntarle por unos tatuajes que tenía en el cuerpo y a pedir que le enseñara el que tenía en el torso.
El Ejército colombiano ha estado varias veces envuelto en polémicas. Una de ellas en 2020 por espionaje ilegal y corrupción, al igual que por abusos sexuales a menores de edad, sobre todo, la violación de una niña indígena embera de 12 años por parte de siete soldados.
Por Agencia