La banda estadounidense Imagine Dragons, la más esperada en la segunda jornada del Rock in Río de este año, atrajo este sábado a uno de los públicos más jóvenes vistos hasta ahora en el festival brasileño, incluyendo a cientos de niños y adolescentes acompañados por sus padres.
El grupo liderado por el cantante Dan Reynolds fue el responsable por cerrar el telón en la noche dedicada al pop en la décima edición del festival musical en Río de Janeiro y le puso la guinda a una jornada que también contó con OneRepublic, otra atracción internacional del mismo corte, detalla EFE
Imagine Dragons, que no tuvo problemas para encontrar un sustituto a la altura del batería Daniel Platzman, que abandonó la banda el mes pasado (el propio Reynolds se lució en un solo de batería en Radioactive), presentó en Río de Janeiro algunas pequeñas variaciones al repertorio de la gira con que viene promoviendo su último disco, Loom, lanzado en julio de este año.
Pese a que mantuvo varias de las canciones del citado álbum, las menos conocidas por el público con excepción de Nice to Meet You, que ya es todo un éxito en las plataformas, introdujo en el repertorio varios de sus mayores éxitos en sus doce años de carrera, como Thunder, Radioactive, Demons y Believer, lo que garantizó la animación de un público que bailó y coreó junto a Reynolds.
Imagine Dragons se metió al bolsillo a un público que conoce la banda de otros conciertos, especialmente de los que ofreció el año pasado en ciudades como São Paulo, Curitiba y Río de Janeiro, en donde la noche del viernes completó seis presentaciones.
Reynolds, además, cumplió su papel de carismático animador al declarar varias veces su amor por Brasil y por Río, y al enarbolar la bandera brasileña.
A Imagine Dragons le antecedió en el Palco Mundo, el principal de los siete escenarios del Rock in Río, la también estadounidense OneRepublic, que puso al público a cantar con una muy buena escogida secuencia de sus éxitos, incluyendo Apologize, Run, Let’s Hurt Tonight, Sunshine, Counting Stars y I Lived.
Tan solo fue necesario que se escuchara el silbido que caracteriza la canción ‘I ain’t Worried y los primeros acordes de un violín para que los espectadores levantaran sus brazos o sus celulares encendidos y comenzaran a cantar junto a Ryan Tedder.
Además de los éxitos del grupo, OneRepublic también puso a todos a cantar y bailar con interpretaciones de otros conocidos ídolos, como Halo de Beyoncé, Bleeding Love de Leona Lewis, o Maps de Maroon 5.
Una de las grandes sorpresas este sábado fue el concierto de Christone ‘Kingfish’ Ingram, un desconocido para los brasileños que se presentó en el Palco Sunsent (un escenario secundario) y terminó atrayendo a gran cantidad de público con sus solos en la guitarra y un blues de alta calidad.
El guitarrista de 25 años de Mississippi brilló con genialidades en una guitarra en notas altas.
Igualmente, sorprendió en el Palco Sunset el indie rock de la veterana banda británica James, que tiene 40 años de carrera, la misma edad que el Rock in Río, y que encantó al público con éxitos de la década de 1990 como Sit Down.
La que desentonó pese a que era una de las atracciones del Palco Mundo (el principal) fue la cantante sueca Zara Larssom, que, incluso vistiendo unos pequeños shorts con los colores de la bandera de Brasil, no consiguió mantener al público bailando ni concentrado.
Por: Agencias / Foto: Cortesía