Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), informó la mañana de este miércoles que fueron identificadas tres de las cuatro mujeres que aparecen un video que se hizo viral el martes en el se ven abusando sexualmente de un niño de 5 años mientras lo asfixiaban.
Entre los implicados en el caso está Yelitza Elena Páez (54), alias «Chicho», abuela del menor y propietaria de la vivienda donde se grabó el audiovisual. Las otras dos personas identificadas responde a los nombres de Aldimar Alina Lucnea Páez, de 25 años; y Katherine Solcari Lucena Páiez, de 30 años, tías del pequeño.
Rico señaló que falta por identificar una cuarta mujer, que se evidencia cometiendo hecho punible, y el hombre que hizo la grabación.
Según detalló Rico estas personas pertenecerían a un a un grupo hamponil del estado Lara. La abuela del niño es propietaria de dos vivienda en la urbanización Las Sábilas, una ubicada en la manzana 05, que se encuentra demolida, y otra en manzana P, donde ocurrieron los hechos con el menor.
Allanamiento
«Allanada la casa deshabitada donde en la urbanización Las Sábilas de Barquisimeto, estado Lara, grabaron un video en el cual unas depravadas sexuales violan e intentan matar por asfixia a un niño indefenso», informó el fiscal general de la República, Tarek William Saab, cerca de las 2.00 de la madrugada de este miércoles.
Detalló que el Ministerio Público solicitará orden de aprehensión y alerta roja a Interpol.
El funcionario señaló que el Ministerio Público sancionará «de manera implacable» a los padres del menor agredido «por haberlo abandonado a merced de estas criminales a sueldo».
Ayer se hizo público un video en el que cinco mujeres intentaron asfixiar mientras violaban a un niño de 5 años, en la mencionada urbanización.
«Serán sancionada con la pena de 30 años de cárcel», aseguró el fiscal al publicar el caso en su redes sociales.
Las fotografías de las aberradas se hicieron tendencia ya que varias personas influyentes del país la publicaron para dar con su paradero.
Por: María Gabriela Villalobos