Rescatistas en barcos, helicópteros y camionetas para aguas altas pusieron a salvo el lunes a cientos de personas que quedaron atrapadas en las inundaciones provocadas por el huracán Ida, mientras los equipos de reparación de servicios públicos se apresuraban a llegar después de que la tormenta empapara la costa de Luisiana y arrasara con la red eléctrica del estado en el sofocante calor de finales de verano.
Las personas que viven en medio del laberinto de ríos y pantanos a lo largo de la costa del estado en el Golfo de México se resguardaron en sus áticos o techos y publicaron sus direcciones en redes sociales con instrucciones para que los equipos de rescate los ubicaran.
Más de un millón de clientes en Luisiana y Mississippi, incluidos todos los de Nuevo Orleans, se quedaron sin electricidad luego de que Ida, uno de los huracanes más poderosos en azotar el territorio continental de Estados Unidos, se abrió paso el domingo.
El daño fue tan extenso que las autoridades advirtieron que podría tomar semanas reparar el tendido eléctrico.
La tormenta se degradó la noche del lunes a depresión tropical y seguía avanzando tierra adentro, provocando lluvias torrenciales. Se le atribuyeron por lo menos dos muertes: de un automovilista que se ahogó en Nueva Orleans y de una persona que fue golpeada por la caída de un árbol en las afueras de Baton Rouge.
Sin embargo, aún se desconocía toda la magnitud de los daños, debido a que muchas carreteras estaban intransitables y no había servicio de telefonía móvil en muchos lugares. Christina Stephens, portavoz del gobernador John Bel Edwards, dijo que dado el nivel de destrucción, “vamos a tener muchas más muertes confirmadas”.
La oficina del gobernador dijo que el daño a la red eléctrica parecía ser “catastrófico”, una noticia desalentadora para aquellos que se quedaron sin refrigeración o aire acondicionado durante los días veraniegos, con pronósticos de temperaturas superiores a los 26 grados Celsius (80 grados Fahrenheit) y cercanas a los 32 grados Celsius (90 Fahrenheit) a mediados de semana.
“Hay más preguntas que respuestas. No puedo decirles cuándo se restablecerá la electricidad. No puedo decirles cuándo se retirarán todos los escombros y se realizarán las reparaciones”, dijo Edwards durante una conferencia de prensa. “Pero lo que sí puedo decirles, es que vamos a trabajar muy duro todos los días para entregar la mayor cantidad de ayuda que podamos”.
Los rescatistas locales, estatales y federales se combinaron para salvar a por lo menos 671 personas hasta el lunes por la tarde, comentó Edwards.
En la azotada comunidad de LaPlace, ubicada entre el río Mississippi y el lago Pontchartrain, los rescatistas salvaron a gente de casas inundada
Por: Agencia