Soy de quienes cree que en Venezuela, es la hora de una mayor humildad. Dejar la arrogancia y la prepotencia a un lado. Si se han cometido errores, si se debe rectificar, pues hagámoslo; si se han cometido excesos, restrinjamos nuestra actuación. Pero no creo que los venezolanos tengamos que continuar en un salvaje mundo donde nos está vedado el entendimiento, donde nos está prohibida la cercanía. Es la hora de hablar con racionalidad y de hablar con verdadero venezolanismo. Arrepentirse de malas estrategias es de humanos.
Siempre hemos sido claros al definir nuestra predica de la coincidencia. El entendimiento no significa en modo alguno abolir la crítica, ni abolir la diferenciación, entendernos no es claudicar, pero sí buscar una agenda que jerarquice las cosas que el país tiene que acometer.
Vivimos momentos difíciles y de apremio, y entendemos que como humanos nos afecta cualquier sutileza o actitud que se genere o difiera de nuestro criterio: nos encontramos hipersensibles, no es para menos. Pero ante las dificultades que nos agobian, debemos actuar con la sabiduría y con la cordura necesaria que nos lleve al entendimiento racional con nuestros semejantes, para alcanzar un objetivo
común, la grandeza de nuestro país.
En ese sentido, es necesario deponer intereses personales o grupales, cuando del país se trata. Se precisa llegar a puntos coincidentes que nos acerquen, buscar los puntos convergentes que nos integren a todos para consolidar ideas y propósitos.
La democracia presupone diversidad, alternancia, cambio. Enorme daño se le hace cuando se intenta instaurar el engaño como vía para resolver nuestros problemas. Vienen elecciones de Gobernadores, Alcaldes, Concejales y Legisladores Regionales, y como en toda democracia, muchos tendremos la posibilidad real de premiar, pero también de castigar las ejecutorias de los representantes políticos, al momento de emitir nuestro voto.
En Soluciones, partidarios siempre del dialogo y el entendimiento postularemos a los mejores, aspirando siempre a candidaturas unitarias, y trabajaremos para buscar el apoyo de la voluntad mayoritaria, con planes y proyectos bien sustentados para cada pueblo, para cada caserío, para cada barrio, para cada ciudad, en eso vamos a concentrar todas nuestras fuerzas.
El compromiso es con nuestra patria. ¡Cumplámosle!
Valor y pa´lante
Por Marco Antonio Villarroel Fermín