En un estudio cerca de Los Ángeles, el armero Dutch Merrick practica con un grupo de profesionales del cine una escena con un actor apuntando un arma al equipo de producción.
«Esto es exactamente lo que ocurrió en ‘Rust’«, les dice Merrick, quien incorporó el trágico disparo en la película de vaqueros de Alec Baldwin como ejemplo en el aula. «¿Quién va a levantar la mano y hablar si ve algo así?», cuestiona a sus estudiantes.
Baldwin blandía un revólver mientras ensayaba una escena el 21 de octubre de 2021 en un set en Nuevo México, en donde se rodaba la cinta, cuando una bala fue descargada matando a la directora de fotografía, Halyna Hutchins, e hiriendo al director, Joel Souza.
A partir de esta tragedia que sacudió a Hollywood, Merrick inició un curso sobre el uso seguro de las armas de fuego en el cine.
Sus estudiantes son en su mayoría profesionales de la industria que se vieron marcados por el incidente que lleva a Baldwin esta semana ante la justicia a responder por homicidio involuntario.
«Fue una señal de alerta para mí«, dijo Virginia Brazier, directora de producción, a la AFP.
«Quiero saber cuáles preguntas debo hacer para asegurarme de que estoy eligiendo al personal adecuado para garantizar la seguridad en el set«, explicó Brazier, de 37 años, y cuyas responsabilidades incluyen contratar a los armeros y responsables de utilería.
«Un poco más nerviosos»
Merrick, de 55 años, desmenuza en su clase el caso.
Sostiene que el bajo presupuesto de la producción llevó a «una serie de fallas» que derivaron en lo que califica de «accidente industrial«.
Pero también da herramientas para reconocer las balas de utilería e instruye a seguir meticulosamente «las reglas de oro» de la industria para filmar con armas: nunca apuntar hacia una persona, no colocar el dedo en el gatillo a menos que estén listos para disparar y siempre manipular el arma como si estuviera cargada.
Ryan Taylor, otro estudiante que trabaja como asistente de dirección en Hollywood, dice que desde la muerte de Hutchins «la mayoría de los equipos están un poco más nerviosos«.
«Muchos miembros del equipo técnico quieren ver los artefactos de utilería en uso«.
Luego del trágico incidente, algunas voces pidieron prohibir por completo el uso de armas de fuego en los rodajes de cine y televisión.
Pero Hollywood respondió fortaleciendo, por primera vez en dos décadas, los protocolos que regulan la manipulación de las armas de fuego en los sets.
Uno de los cambios fue para estipular que sólo los armeros pueden entregarle las armas a los actores.
El punto es simbólico al revisar el caso de «Rust», en donde la fiscalía afirma que el asistente de dirección, David Halls, fue quien le entregó el Colt .45 a Baldwin.
California, cuna de Hollywood, impuso además la contratación obligatoria de un asesor de seguridad para las producciones que se beneficien de incentivos fiscales en el estado a partir de 2025.
«Hipercorrección»
Sin embargo, tras la tragedia algunas producciones como las series «Walker» o «The Rookie«, en donde los tiros son parte indispensable de la trama, decidieron reemplazar las armas de fuego por alternativas de aire comprimido o de goma.
Seven Bucks Productions, del astro Dwayne «The Rock» Johnson, abrazó los efectos especiales para simular los disparos en sus producciones, descartando así las armas de fuego de forma definitiva.
«Hubo una severa hipercorrección que no era necesaria de la forma en que ocurrió«, dijo Merrick quien sostiene que tras la tragedia varios de los proveedores de la industria cinematográfica confirmaron una disminución de la demanda.
Independent Studio Services, uno de los gigantes de la utilería en Hollywood, declinó responder a la AFP sobre el tema.
«Sabemos que [las armas de fuego] son seguras y consistentes. Y le dan a los actores y a la audiencia acción auténtica«, explica Merrick.
Alternativas como las del aire comprimido (airsoft) «crean una falsa sensación de seguridad«, opina Merrick. «Cargada accidentalmente (un arma de este tipo) en teoría puede matar a alguien«.
El juicio de Baldwin, de 66 años, también tiene en vilo a los actores.
«Si lo declaran culpable, tendrá un efecto particular en los artistas«, opinó Leilani Barrett, con varios roles policiales en su haber.
«Como actor, pienso en dónde me tengo que parar, en memorizar mis líneas, representar a mi personaje, en seguir instrucciones«, comentó Barret, quien también tomó la clase de Merrick.
«Lo último que quiero hacer es preocuparme por la utilería que me toca«.
Por: Agencia