El ministro de Bienestar Animal de Bélgica, Ben Weyts, anunció recientemente el cierre definitivo de Boudewijn Seapark, el último delfinario de ese país, ubicado en la ciudad de Brujas. Con esta decisión, Bélgica se convierte en el séptimo país del mundo y el cuarto de Europa en anunciar una prohibición permanente e irreversible de los delfinarios, marcando un antes y un después en la protección de los derechos de estos animales, reseña El Espectador.
Según lo anunciado por el funcionario, Boudewijn Seapark tendrá que cerrar sus puertas antes de 2037, aunque los expertos creen que esto ocurrirá mucho antes. En ese tiempo, se planea trasladar a los delfines que actualmente se encuentran en el lugar a una reserva marina de 20,000 m² que les permita vivir en condiciones más naturales, en semilibertad. Cabe aclarar que Valonia y Bruselas, las otras dos regiones de Bélgica, ya habían prohibido el cautiverio de delfines en 2003 y 2019, respectivamente.
Esta decisión fue impulsada por la organización belga protectora de animales GAIA (@gaiabelgium), miembro de Eurogroup for Animals, que venía luchando durante más de tras 30 años por esta causa. La nueva normativa también pone fin a la reproducción e importación de delfines en cautiverio.
Además, la prohibición de los delfinarios fue respaldada por destacados defensores de los derechos de los animales como Jane Goodall y Richard O’Barry, quienes durante años han destacado las consecuencias negativas que trae el cautiverio a animales como los delfines: estrés, depresión y comportamientos anormales. Cabe decir que en libertad, estos animales recorren hasta 100 Kilómetros diarios y se sumergen a 200 metros.
Aunque la transición en Bélgica no será inmediata y diferentes organizaciones defensoras de los derechos de los animales concuerdan que aún deben enfrentar diferentes retos, esta decisión supone para ellos un avance crucial en la forma en la que son tratados delfines y demás cetáceos.
Por: Agencias / Foto: Cortesía