Como una medida para que determinados residentes logren su estabilidad financiera, el condado de Los Ángeles tiene disponible un programa de ingresos garantizados conocido como Breathe, mismo que pronto se expandirá para apoyar un mayor número de personas.
Inicialmente el programa comenzó brindando US$1.000 mensuales a 1.000 residentes seleccionados por un periodo de tres años. Sin embargo, ahora se planea que el beneficio llegue a 2.000 personas, reseñó El Tiempo
Más allá de los montos y el periodo de tiempo en que se entregan, un punto interesante Breathe es que no se condicionan los apoyos, las personas pueden decidir en qué quieren invertir el dinero, tal como explicó la supervisora del Condado de Los Ángeles Holly J. Mitchell.
«Cuando empezamos a trabajar para implementar Breathe, teníamos una visión simple: brindar financiamiento sin condiciones que significara una verdadera libertad económica para los beneficiarios. Desde entonces, hemos visto que las familias pueden pagar el cuidado de los niños y el alquiler y aumentar sus ahorros por primera vez», señaló Mitchell.
En esta segunda etapa se tiene contemplado que el programa llegue principalmente a jóvenes que se encuentran en etapa de transición fuera de hogares de acogida.
Se espera que 2.000 jóvenes de acogida, en edades entre 18 y 21 años, reciban apoyos mensuales de US$500 a US$1.500 trimestrales durante un máximo de dieciocho meses.
Las personas que sean elegibles para el programa serán notificadas directamente por su asistente social del Departamento de Servicios para Niños y Familias. Aunque también pueden realizar su solicitud de manera directa a través de la página de internet del programa.
A través de los canales oficiales de Prosperidad Social se dará a conocer de los pagos. El programa está destinado principalmente a jóvenes.
La intención de los programas de ingresos garantizados, como Breathe, es brindar a los hogares asistencia en efectivo sin condiciones con la intención de que los beneficiarios logren estabilidad financiera.
Hasta ahora se comprobó que las personas que han recibido el apoyo han destinado el dinero principalmente a la compra de alimentos y artículos para el hogar, pero también a completar su educación y capacitación laboral para mejorar sus condiciones personales y las de sus comunidades.
Por Agencia