Una expedición de exploración submarina en el Monumento Nacional Marino Papahānaumokuākea, ubicado al norte de las islas hawaianas, ha revelado un escenario surrealista: un “camino de ladrillos amarillos” en el fondo del océano que parece salido de una escena de “El Mago de Oz”.
Los investigadores, a bordo del barco de exploración Nautilus, registraron este fascinante hallazgo mientras inspeccionaban la cresta Liliʻuokalani, un área casi inexplorada del vasto lecho marino. Esta inusual formación, que parece ser un antiguo lecho de lago ahora seco, está pavimentada con rocas fracturadas que emulan un pavimento, evocando una imagen que podría pertenecer a un cuento de fantasía, indica la nota de El Diario NY.
El descubrimiento, capturado en un video publicado en YouTube en abril de 2022, muestra cómo los miembros del equipo reaccionan sorprendidos al encontrarse con una escena tan peculiar en medio del oscuro océano. Uno de los investigadores no pudo evitar comentar en tono de broma: “Es el camino a la Atlántida”, mientras otro le responde: “¿El camino de baldosas amarillas?”. Esta conversación refleja el asombro y la fascinación que despertó la formación geológica entre los científicos, ya que la estructura se asemeja a un sendero pavimentado que conduce a lo desconocido.
Un área marina de conservación única en el mundo
El Monumento Nacional Marino Papahānaumokuākea (PMNM) es una de las reservas marinas más grandes del planeta, abarcando alrededor de 1,5 millones de kilómetros cuadrados, una extensión mayor que todos los parques nacionales de Estados Unidos juntos. Pese a su tamaño colosal, solo se ha explorado el 3% de su lecho marino, lo que convierte a este lugar en un área de interés científico y de conservación natural. Este monumento marino, situado a más de 3,000 metros bajo el nivel del mar, es hogar de una biodiversidad que apenas comenzamos a comprender.
Las expediciones al PMNM están a cargo del Ocean Exploration Trust, una organización dedicada a expandir los límites de nuestra comprensión sobre los océanos. Gracias a sus avanzadas tecnologías de exploración, cualquiera puede observar en tiempo real estas incursiones a través de transmisiones en línea. Así, los espectadores tuvieron la oportunidad de presenciar el momento en que el equipo de Nautilus descubrió este extraño “camino” en lo profundo del mar.
A primera vista, el lecho del lago seco en la cima del monte submarino Nootka, donde se encuentra el “camino de ladrillos amarillos”, parecía increíblemente seco, pese a estar ubicado a 1,000 metros bajo el océano. Los científicos del Nautilus, al analizar la estructura de las rocas volcánicas, notaron que estas se habían fracturado en ángulos de 90°, creando patrones que evocaban un pavimento.
Según los investigadores, estas fracturas se deben probablemente al proceso de calentamiento y enfriamiento que experimentaron las rocas durante múltiples erupciones volcánicas en esta región. Este ciclo de estrés térmico sobre las rocas volcánicas crea líneas de fractura geométricas que, en este caso, han dado la impresión de un sendero pavimentado. A pesar de que el aspecto de la estructura recuerda a un camino construido por el ser humano, se trata de un fenómeno completamente natural.
¿Un portal hacia un mundo nuevo?
Este “camino de ladrillos amarillos” nos recuerda que el fondo marino es un terreno inexplorado y lleno de maravillas geológicas. Aunque el efecto visual pueda sugerir una entrada a un mundo nuevo y maravilloso, como el que visitó Dorothy en “El Mago de Oz”, la realidad es que se trata de una ventana al pasado geológico de la Tierra, formada por fuerzas naturales que han moldeado nuestro planeta durante millones de años.
Para los investigadores, el hallazgo de este “camino” es una señal de que avanzan en la dirección correcta y que pronto podrán desentrañar más secretos sobre la geología de estas profundidades. Cada nueva formación, cada roca y cada fisura revelan información sobre la historia volcánica de la región y sobre los procesos geológicos que han ocurrido en el fondo del océano.
Explorar las profundidades del océano es una tarea compleja y costosa, pero esencial para comprender mejor nuestro planeta. Áreas como el Monumento Nacional Marino Papahānaumokuākea nos brindan la oportunidad de descubrir fenómenos que de otro modo quedarían ocultos. Al conocer más sobre la geología y biodiversidad de estas zonas, los científicos pueden entender mejor los procesos de formación de la Tierra y obtener información valiosa para la conservación de los ecosistemas marinos.
El “camino de ladrillos amarillos” no es el único hallazgo que demuestra la riqueza de las zonas marinas protegidas. Estas áreas actúan como refugios naturales para especies que, de otra forma, estarían en peligro debido a la explotación de los océanos y a los efectos del cambio climático. La conservación de estos espacios garantiza que futuras generaciones de investigadores puedan seguir desentrañando los misterios del océano.
El Ocean Exploration Trust continuará explorando el PMNM con la esperanza de revelar más sobre la vida y los paisajes submarinos en la región. Con cada expedición, se abren nuevas oportunidades de investigación y descubrimiento, no solo en la geología, sino también en la biodiversidad de los fondos marinos.
Para aquellos interesados en estos hallazgos y en la exploración de los océanos, Nautilus invita al público a seguir sus expediciones en tiempo real a través de sus plataformas digitales. Gracias a la tecnología y a la colaboración científica internacional, explorar el “camino de ladrillos amarillos” bajo el mar ya no es una simple fantasía: es una realidad fascinante que nos recuerda cuánto nos queda por descubrir en nuestro propio planeta.
Por: Agencia