jueves, noviembre 21

Guterres, indignado por «atroz» ataque en Burkina Faso

El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo este sábado estar «indignado» por la muerte de más de 100 civiles, entre ellos 7 niños, en un asalto perpetrado por atacantes que no han sido identificados en la aldea de Solhan, en la región del Sahel en Burkina Faso.

«(El secretario general) condena enérgicamente el atroz ataque y subraya la necesidad urgente de la comunidad internacional para redoblar el apoyo de los estados miembro en la lucha contra la violencia extremista y las pérdidas humanas inaceptables», afirmó un comunicado remitido por el portavoz Stéphane Dujarric en nombre de Guterres.

El líder de la ONU también quiso transmitir el pésame a los familiares de las víctimas y al pueblo de Burkina Faso, además de reincidir en el apoyo de Naciones Unidas a las autoridades nacionales «para superar las amenazas a la paz, la estabilidad y la unidad del país».

Según un informe provisional de un destacamento policial de la comuna de Sebba, fronteriza con Níger, en dicho ataque fueron también quemadas viviendas así como el mercado de Solhan, por lo que el número de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas.

Burkina Faso sufre ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso Tambao, al norte del país, que aún sigue desaparecido.

La región más afectada por la inseguridad es la del Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, aunque la inseguridad se ha ido expandiendo a provincias limítrofes, y desde el verano de 2018 afecta también al este del país.

Los actos terroristas se atribuyen al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que atacan también en Mali y Níger.

Como consecuencia de la violencia, Burkina Faso sufre la crisis de desplazados que más rápidamente crece en el mundo, con más de un millón de personas fuera de sus hogares (más de uno por cada 20 habitantes).

Por: Agencia