El secretario general de la ONU, António Guterres, emitió la pasada noche un comunicado en el que «condena con firmeza el cambio anticonstitucional» en Níger, al conocerse que el golpe de estado ya había triunfado al contar con el apoyo de gran parte del ejército.
Guterres dice sentirse turbado por la detención del presidente depuesto Mohamed Bazoum, en manos de los golpistas desde hace 24 horas, además de «preocupado por su seguridad», y exige su liberación «inmediata y sin condiciones previas».
El diplomático portugués pide además «a todas las partes abstenerse de toda violencia y respetar el estado de derecho», y poner fin a cualquier acto de violencia que socave los principios democráticos en Níger.
La condena de Guterres se suma a las de Estados Unidos y la Unión Europea, pero corre el riesgo de quedarse en mera retórica ante la celeridad de los acontecimientos en el país africano: la Comandancia militar de las Fuerzas Armadas Nigerinas, que reúne a todos los cuerpos militares, ya mostró su adhesión al golpe para -según dijo- evitar «un baño de sangre».
Por: Agencia