En Ecuador, un grupo de científicos trabaja en el desarrollo de una nueva vacuna contra el coronavirus, y aunque parezca un sueño lejano, la verdad es que este país durante décadas produjo vacunas contra varias enfermedades, pero la plataforma científica fue desmantelada en el gobierno anterior.
¿Una vacuna ecuatoriana contra el coronavirus? y por qué no, si en Ecuador, hacer vacunas es cualquier cosa, menos una actividad desconocida, de hecho, en 1941, cuando se creó el Instituto de Higiene, Leopoldo Izquieta Pérez, también comenzó aquí la producción de vacunas, reseña una nota de Ecuavisa.
Y así durante años, vacunas contra la tuberculosis, contra la rabia, todas producidas en Ecuador y exportadas a otros países. Claro que no era lo mismo que hablar de una vacuna contra el COVID-19, porque las que aquí se hacían eran para prevenir enfermedades ya conocidas, con fórmulas probadas. Lo del coronavirus es buscar la forma de enfrentar algo que la humanidad solo conoce desde hace apenas un par de años.
Washington Cárdenas, director del Laboratorio de Microbiología de la ESPOL, lidera un equipo que se ha propuesto hacer una vacuna contra el coronavirus aquí. En el proyecto participan equipos de varias universidades: ESPOL, UDLA, ESPE y también está el INSPI, que es el organismo estatal de investigación en salud pública. Para su vacuna eligieron un método tradicional, que comienza por extraer del virus una proteína a la que se conoce como espícula.
Sí, suena sencillo, pero es todo lo contrario, es un trabajo infinitamente laborioso que exige centenares de pruebas, miles de horas de trabajo y millones de dólares y que, si tiene éxito, estaría listo en no menos de cinco o seis años, y no puede uno dejar de preguntarse qué hubiera pasado si la producción de vacunas, esa de la que hablábamos al principio de este informe, hubiera aún estado en pie.
¿Por qué la plataforma de hacer vacunas no se mantuvo? Porque en el 2012, un decreto ejecutivo terminó con el Instituto de Higiene y lo dividió en dos instituciones nuevas: el INSPI y el ARCSA, y ninguna de esas dos entidades hace vacunas. La doctora Aracelly Álava, pertenece a un grupo de profesionales que, oficialmente, ha pedido al Gobierno derogar ese decreto y volver a impulsar la producción de biológicos en el país, pero dice que hay que tener conciencia de que si ese pedido se acepta sería volver a empezar.
Por eso, asegura que más allá del intento por crear la vacuna ecuatoriana contra el coronavirus, más allá de la pandemia actual, es ahora cuando el mundo entiende la importancia de una vacuna y por ende, es el momento preciso para volver a pensar en hacerlas aquí en Ecuador.
Por: Agencia