La ola de violencia que sacude a Zacatecas no para, de tal suerte, que ni los religiosos ni los niños están exentos de las acciones ejercidas por los grupos delincuenciales para atemorizar a la población.
La absoluta impunidad con que opera la delincuencia organizada ante la ineficacia de las autoridades para hacerles frente se refleja en el ataque perpetuado en contra de una familia, cuyo resultado fue el asesinato de un seminarista y de un niño.
Los hechos se produjeron a plena luz del día en la comunidad Ignacio de Zaragoza, Zacatecas, cuando los integrantes de una familia viajaban a bordo de una camioneta y desafortunadamente atravesaron en una zona donde se enfrentaban dos grupos delincuenciales antagónicos que operan en los municipios de la Noria de Ángeles y de Pánfilo Natera.
Por una razón desconocida hasta el momento, un convoy comenzó a perseguir al vehículo en cuyo interior viajaba un seminarista y al darle alcance comenzó a disparar con armas de grueso calibre ocasionando la muerte de un niño y de Dorian Piña Hernández, estudiante del tercer año de la etapa de Teología del Seminario Diocesano de Zacatecas.
Además del doble homicidio, dos mujeres resultaron gravemente heridas y fueron trasladas a un hospital cercano a la zona del ataque, donde se debaten entre la vida y la muerte.
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Zacatecas confirmó el ataque, pero las autoridades locales no lograron detener a ningún responsable y tienen abierta una carpeta de investigación.
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Nos unimos en oración por el eterno descanso y a la vez CONDENAMOS el artero asesinato de nuestro hermano Seminarista Jose Dorian Piña Hernández, alumno del Seminario de Zacatecas quien junto con su familia fue atacado… pic.twitter.com/2nn0BYyeQl— Semis Online 💙 (@Seminaristasorg) December 29, 2022
Al respecto, la diócesis de Zacatecas emitió un comunicado mediante el cual condenó el violento incidente generado por los grupos delincuenciales que operan en gran parte del estado.
“Lamentablemente, murieron dos miembros de esta familia, uno de los cuales era seminarista de nuestro Seminario Diocesano. El joven cursaba el tercer año de la etapa de Teología. Pedimos al buen Dios por sus familiares y por nuestro Seminario Diocesano, formadores y seminaristas. Que en medio de este clima de tinieblas que padecemos sepamos ser luz de esperanza para los hermanos que sufren”, señala la misiva.
Cabe señalar que, durante la actual administración estatal, cientos de familias zacatecanas han sido desplazadas por la violencia que impera en sus comunidades.
Por: Agencia