Una extensa operación de rescate está en curso este domingo en Grecia para intentar salvar a 13 tripulantes de un carguero naufragado frente a las costas de la isla de Lesbos, en medio de fuertes vientos.
Catorce personas iban a bordo del «Raptor», un carguero de 106 metros de eslora con bandera de las islas Comoras, cuando a las 7H00 (05H00 GMT) avisó de que tenía una avería mecánica. Una hora más tarde activó la advertencia de emergencia mayday y desapareció de los radares, según las autoridades.
Pero pese a los violentos vientos en la zona, uno de los miembros de la tripulación pudo ser rescatado con un helicóptero de la Marina y trasladado a un hospital de Lesbos.
«Estaba en estado de shock», declaró a la AFP Nikos Alexiou, portavoz de los guardacostas, sin dar más precisiones. Por el momento, no trascendió la situación de los otros 13 tripulantes.
En la operación de rescate en curso se han desplegado cinco barcos, tres embarcaciones de los guardacostas, dos helicópteros de la Marina y el ejército del aire y una fragata.
Según las autoridades, el «Raptor» transportaba cargamentos de sal, y zarpó del puerto de Dekheilan, en Egipto, rumbo a Estambul, su destino final.
Este barco, construido en 1984, se hundió a unas 4,5 millas náuticas (8,3 km) al suroeste de la isla de Lesbos.
La tripulación está formada por dos sirios, un indio y 11 egipcios, según la agencia de noticias griega ANA, citando la compañía con sede en Líbano que opera el barco. Un anterior comunicado de los guardacostas dio cuenta de cuatro indios y ocho egipcios.
Según la agencia ANA, el agua se habría infiltrado de forma masiva en el «Raptor» debido a las agitadas olas, sumándose al ya importante peso de la carga.
«Fenómeno peligroso»
En varias partes de Grecia, los barcos tuvieron que quedarse en los muelles este fin de semana debido a las ráfagas de viento, que llegaron al nivel 9-10 en la escala de Beaufort, que va hasta 12. En otros países europeos, a partir de 7 las condiciones meteorológicas se consideran peligrosas.
Los servicios meteorológicos griegos habían emitido para este fin de semana una alerta, que el sábado llegó al nivel de «fenómeno climático peligroso». La tormenta Oliver, también llamada Bettina, se desplaza del mar Adriático hacia Grecia.
A mediados de noviembre, los vientos violentos habían dañado en las costas griegas un navío de guerra que fue utilizado durante la resistencia a la junta militar en el poder de 1967 a 1974.
El país ha registrado en estos últimos meses fenómenos climáticos extremos, con inundaciones y una serie de tormentas.
En septiembre, la región agrícola de Tesalia, en el centro, quedó anegada por las lluvias diluvianas desencadenadas por la tormenta Daniel. Murieron 17 personas, así como decenas de miles de animales, y pueblos enteros quedaron destrozados.
Por: Agencias / Foto: Cortesía