A sus 34 años, Gabriel Attal se convierte en el primer ministro más joven de la V República francesa. La dimisión de Elisabeth Borne el lunes 8 de enero suscitó especulaciones sobre quién la sustituiría. Sin embargo, Attal, ministro de Educación saliente, se impuso rápidamente a los demás.
Con Gabriel Attal a la cabeza del nuevo Gobierno, se abre una nueva página en el segundo quinquenio de Emmanuel Macron. El presidente de la República apuesta así por la juventud y la popularidad, ya que el ministro de Educación saliente goza de buenos índices de popularidad desde hace varias semanas, por delante del ex primer ministro Edouard Philippe, según un sondeo de Ipsos-Le Point de mediados de diciembre.
El nuevo primer ministro tendrá, pues, que formar Gobierno y hacerse valer dentro de la mayoría y frente a la oposición. También tendrá que liderar la batalla por las elecciones europeas contra Jordan Bardella, que encabeza la lista de Agrupación Nacional (RN, extrema derecha) y disfruta de una amplia ventaja en los sondeos, señala la nota de AFP.
Gabriel Attal, el favorito
El nombre de Gabriel Attal ha circulado con insistencia en las últimas horas. Muy cercano al presidente Emmanuel Macron, optó por unirse al oficialista La República En Marcha (LREM) en 2017 y se convirtió en diputado en la Asamblea Nacional ese mismo año.
En 2018, se incorporó al Gobierno con 29 años como secretario de Estado del ministro de Educación Nacional y Juventud, en el segundo equipo del primer ministro Édouard Philippe. Entre 2020 y 2022, ocupó el puesto de portavoz del Gobierno Jean Castex. Desde el verano de 2023, ocupa el cargo de ministro de Educación Nacional tras el breve paso de Pap Ndiaye por el mismo puesto.
Sin embargo, comenzó su carrera política en el Partido Socialista apoyando la candidatura de Ségolène Royal en las elecciones presidenciales de 2007. Cercano a Dominique Strauss-Kahn, acabó siguiendo a François Hollande y se incorporó al gabinete de Marisol Touraine en 2012.
Borne dimite y comienza la remodelación
Elisabeth Borne pasó casi una hora en el palacio presidencial el lunes 8 de enero. Entró por la puerta principal y salió discretamente por la Calle de l’Élysée, marcando el final de una secuencia de 20 meses. Tras muchas dudas, Emmanuel Macron decidió finalmente pedir a Elisabeth Borne que dejara su puesto.
Ella había hecho todo lo posible por permanecer en Matignon a pesar de las dificultades asociadas a la mayoría relativa obtenida en las elecciones legislativas de 2022 en la Asamblea Nacional y de las adversidades encontradas a veces dentro del propio Gobierno con ministros que desafiaban su autoridad, como Gérald Darmanin y Bruno Le Maire, y un presidente que no siempre la apoyaba.
Esta remodelación se esperaba desde hacía varios días por las palabras pronunciadas por el presidente de la República en su discurso de Año Nuevo, el 31 de diciembre. En su tradicional alocución televisada de Nochevieja, anunció que se «reuniría con la nación«, a lo que siguió la anulación de la tradicional reunión del Consejo de Ministros del miércoles 3 de enero de 2024.
Por: Agencia