La coyuntura energética actual, marcada por un aumento de precios, es «comparable en intensidad y brutalidad con la crisis del petróleo de 1973«, afirmó este miércoles el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.
El ministro descartó en cambio un plan de ayudas masivas, como el aplicado durante la crisis del COVID-19, ya que «sólo alimentaría el aumento de precios«, aseguró antes de una conferencia sobre la soberanía energética.
«Sería como echar gasolina al fuego«, estimó Le Maire. «En 1973, esa respuesta provocó el choque inflacionario (…), obligó a bancos centrales a aumentar masivamente los tipos, lo que acabó con el crecimiento«, agregó.
«Eso tiene un nombre: la estanflación, y es precisamente lo que no queremos revivir en 2022«, estimó el ministro francés, en referencia a las situación de estancamiento económico con aumento de la inflación.
La invasión rusa en Ucrania implicó un alza de los precios del petróleo y del gas en el mundo. El primero se cotiza actualmente por encima de los 120 dólares, cerca de su récord, y el segundo está en niveles inéditos.
Europa, muy dependiente del gas ruso, busca cómo reducir su dependencia en los próximos meses, en un contexto de aumento de precios y de un embargo de Estados Unidos al lucrativo y clave sector de los hidrocarburos ruso.
Le Maire reiteró así «la buena respuesta» a nivel europeo: aumentar las reservas de gas de cara al próximo invierno boreal, diversificar las fuentes de abastecimiento y proteger los hogares y empresas afectadas.
Por: Agencia