Pasadas las 8.00 de la mañana de este miércoles, los representantes de la iglesia venezolana iniciaron en Campo Eucarístico la celebraciones litúrgicas en honor a la Virgen del Valle, madre de los neoespartanos.
Monseñor Fernando Castro Aguayo, expresó su pesar debido a que por segundo año consecutivo la celebración de la Patrona de Oriente se ve arropada por la pandemia
«Con dolor celebro está santa Eucaristía, es el sentimiento de mis hermanos sacerdotes, con dolor porque me gustaría que estuvieran aquí cien mil personas, sin embargo, puede más la vida y cara a Dios tenemos que ser sumamente responsable», dijo.
Pidió celebrar en cada hogar de la isla de Margarita y «en donde haya un devoto» el primer centenario del Patronazgo de la madre de todos los pescadores.
«Que logremos hoy sacar los mayores bienes espirituales de la celebración de nuestra señora del Valle», exclamó monseñor al inicio de la Eucaristía.
Monseñor hizo un llamado a cada una de las familias venezolanas a que «se comprometa» en el conocimiento de la fe, que practiquen la vida cristiana, que vean cómo cumplir mejor los mandamientos.
«Quiero llamar a cada familia a que se cultive la caridad y la solidaridad, que todos en la familia aprendamos a sufrir con nuestro prójimo», añadió.
Durante la Eucaristía imploró a la virgen por su «intercesión y consuelo» para los compatriotas que «sufren mucho», los niños, ancianos, enfermos y personas que sufren por la pandemia del COVID-19. «Que nos de un corazón compasivo y misericordioso».
Afirmó que «la presencia de la Virgen del Valle es un gran consuelo para los devotos, es un aire fresco que invade la existencia de millones de personas, familias, comunidades. Su proclamación como Patrona de Oriente no hizo más que reconocer una realidad».
Entre cantos y el sonar del coro, los fieles dieron gracia a la Virgen Bonita por los favores cumplidos a lo largo del último año.
Por: Agencia