El primer vicepresidente de la Confederación de la Asociación de Productores Apropecuarios (Fedeagro), Celso Fantinel, informó que al cierre de 2020, no se logró superar 20 % de la producción nacional, si se suman los índices de todos los rubros vegetales, «eso quiere decir que el otro 80% se está importando».
Explicó que actualmente 90 % de los agroinsumos que adquiere el sector debe cancelarlos en dólares, ya que ese tratan de semillas de primera categoría contrario a las que se producen en Venezuela que son las de segundo y tercera categoría.
«Ningún productor se quiere arriesgar con una semilla que no tenga un poder de producción como la tienen estas semillas que vienen desde México, alguna de Argentina y Brasil y son semillas que están tropicalizadas».
La producción de maíz sí reportó un leve crecimiento de 5 %, ya que se logró sembrar 150 mil hectáreas, para la producción de más de 500 mil toneladas durante el año pasado. Aunque asegura que no debe ser considerada una victoria debido a que continúa por debajo de los niveles productivos en años anteriores.
«Necesitamos alrededor de cinco mil tractores año para recuperar la siembra que teníamos en el año 2010, eso es un trabajo que hay que hacer y son inversiones a largo plazo (…) Necesitamos de entre 10 a 15 años para cancelar esas máquinas».
En entrevista con Maripili Hernández, para Unión Radio, informó que este año tienen una intención superior de siembra; sin embargo es necesario solventar el déficit de combustible y las constantes fallas en el servicio eléctrico.
Además, de incrementar la inversión y la seguridad jurídica para los productores, «porque vemos que siguen algunas invasiones», acotó.
«Para sembrar un ciclo de más de dos millones y medio a tres millones de hectáreas que necesita el país se necesitan más de 1.500 millones de dólares, entonces esa brecha habrá que cubrirlas con prestamos extranjeros».