miércoles, julio 3

Fallece el periodista deportivo Antonio Núñez Rovira

El periodismo zuliano se viste de luto al conocerse el fallecimiento del periodista Antonio Núñez Rovira, un decano de la Comunicación Social en la entidad, quien dedicó su vida ejercicio profesional a cubrir el acontecer deportivo de la región y de Venezuela.

Núñez Rovira, de 95 años, tuvo una extensa actividad en el área del béisbol, deporte al cual le dedicó extensas páginas de historias y vivencias, no solo en el ámbito profesional sino en el amateur y las pequeñas ligas.

Su pasión y entrega por relatar en incuantificables textos, ya sea de periódicos, libros o revistas, quedan como legados para el análisis del deporte zuliano por décadas.

La muerte de Antonio Núñez Rovira sobrevino en su residencia la madrugada de este lunes, donde se encontraba convaleciente de una reciente operación debido a que le detectaron un carcinoma en el área abdominal.

Amable y siempre servicial, Núñez Rovira siempre tuvo una palabra de atención para quien lo solicitara, ya sea para conocer anécdotas del deporte regional, dar consejos para el buen ejercicio profesional o para dar entrevistas a quien lo buscaba-

Supo ganarse de la mejor manera el honor de llevar la consideración de «El Decano del Periodismo Deportivo» porque era acucioso y siempre estaba documentado, ya sea con libros, revistas y recortes de periódicos que guardaba con gran celo por ser fuente de una historia llena de récords, cifras, momentos especiales y vivencias.

No era para menos ya que durante unos 70 años supo desarrollar su profesión de manera cabal, la cual, es reconocida por el gremio por su alto profesionalismo, honestidad y respeto para todos.

En el diario Panorama, la Dirección de Deportes de LIZ, las Águilas del Zulia, las Pequeñas Ligas de Venezuela, la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, el Instituto Nacional de Hipódromos, el Semanario Deportivo Campeón, fueron lugares donde demostró estas características de vida.

Hoy el Zulia despide a uno de sus grandes periodistas. Paz a sus restos.

Por: Edgar Bolívar