El exsacerdote Mauricio Víquez, extraditado desde México en mayo pasado, deberá enfrentar un juicio en Costa Rica acusado de cuatro presuntos delitos de violación sexual contra menores de edad, determinó este jueves un juzgado.
El Juzgado Penal de la localidad de Desamparados, en el sur de San José, rechazó los argumentos de la defensa del excura, quien argumentaba que tres de las causas estaban prescritas, y ordenó el juicio en una fecha que se definirá próximamente, reseñó EFE.
El juzgado aplicó la Ley de Derecho al Tiempo, aprobada en mayo pasado y que amplió el plazo de prescripción de los delitos sexuales hasta 25 años después de que la víctima cumple la mayoría de edad.
La defensa de Víquez dijo a los medios locales que durante el juicio insistirá en el argumento de que las causas están prescritas porque la Ley de Derecho al Tiempo entró en vigencia después de que fuera acusado.
Víquez salió de Costa Rica en enero de 2019 tras haber sido denunciado penalmente en octubre de 2018 por violación contra un menor de edad, hecho que habría ocurrido en 2003 cuando ejercía como sacerdote en la parroquia de San Juan Bautista de Patarrá de Desamparados, San José.
Posteriormente se agregaron al expediente tres acusaciones más por delitos sexuales contra menores de edad.
Un juzgado penal de Costa Rica giró el 19 de febrero de 2019 una orden de captura internacional y en agosto de ese año Víquez fue detenido en la localidad de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, México, tras una investigación conjunta entre las autoridades costarricenses y mexicanas.
El exsacerdote fue extraditado por las autoridades de México el pasado 6 de mayo y al día siguiente el Juzgado de Desamparados ordenó seis meses de prisión preventiva.
Víquez fue expulsado de la Iglesia católica en febrero de 2019 tras salir a la luz su caso y luego surgieron otra serie de denuncias contra sacerdotes por abusos y violación de menores en Costa Rica, lo cual generó una crisis dentro de la Iglesia ese año.
En Costa Rica, país de 5 millones de habitantes, de mayoría católica y donde esta religión está estipulada como oficial en la Constitución de 1949, la crisis obligó a la Iglesia a pedir perdón en dos ocasiones por los delitos sexuales cometidos por sacerdotes, y a comprometerse a dar mayor prioridad a la atención de las víctimas en casos similares.
Por Agencia