El politólogo, master en ciencias políticas, especialista en análisis de datos y director de la consultora Polity, John Magdaleno, aseguró que las misiones y programas sociales en Venezuela fueron una respuesta política a un problema de imagen que, en su momento, tuvo Hugo Chávez.
Recordó que era un problema de imagen entre la coyuntura de los 2000 al 2003
Magdaleno explicó, en entrevita con Román Lozinski, que esos problemas arrancan en el 2007 donde se incrementa la escasez según el Banco Central y en el 2009 cuando se empiezan a reportar problemas de eficacia.
“Los recursos disponibles taparon las ineficiencias durante mucho tiempo”, añadió.
Destacó que la Misión Barrio Adentro tuvo mucha penetración a nivel social por la creación de otra red de atención primaria.
El politólogo indicó que esto era, en su momento, la red de ambulatorios, y se hizo porque, según estudios, la gran mayoría de casos no deben ser tratados en hospitales.
“Había un gran impacto por la cercanía de tener estos lugares tan cerca, pero antes de esta, se implementa la Misión Robinson, de alfabetización. El otro proyecto que tuvo gran impacto fue Mercal”, acotó.
Advirtió que parece haber una correlación, por referencias del pasado, entre aumento de los recursos públicos disponibles y el financiamiento de programas sociales
El director de Polity resaltó que los problemas de eficacia, cobertura y entrega, no arrancan tempranamente porque hay un volumen grande de recursos disponibles para el gobierno.
Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, señaló que el disparador de estas estrategias es político.
“El grueso de las misiones arrancan cuando Chávez rebota el referéndum revocatorio, en el primer intento Chávez, apenas tiene el 30 por ciento de respaldo, lo más bajo que había llegado. A lo mejor estos programas no le sirvieron a nadie, pero hubo un impacto positivo en la imagen del proceso”, detalló.
También recordó que la Misión Vivienda era de las que menor penetración tenía, pero era aspiracional.
León aseguró que las misiones como se conocían, han perdido mucho terreno porque no hay dinero.
“El gobierno hoy en día está buscando recursos frescos para poder invertir y generar reactivación que le conviene desde el punto de vista electoral para el 2024”, aclaró.
Oswaldo Ramírez Colina, analista político y director de ORC Consultores, resaltó que hay dos formas de medir un programa de este tipo, primero por la cobertura y luego qué tan recurrente se pueda ser con ese programa
“En algún momento con la caja CLAP, se llegó a alcanzar el 65 por ciento del país, pero terminaba siendo cada 45 días. Esto fue en el periodo crítico de 2016 al 2018, pero no les servía si era cada dos meses. Hoy ese programa tiene un promedio de 42 por ciento de penetración”, afirmó.
Ramírez destacó que el Carnet de la Patria tuvo una cobertura muy alta de 87 por ciento, ya que muchas personas tuvieron que acceder a él por miedo a no poder hacer un trámite gubernamental.
Insistió en que, para ver el impacto de estos programas sociales y sus efectos en el control social y político, hay que irse al 2001, 2002 y 2003, los años previos al referéndum revocatorio presidencial.
“La narrativa, propaganda y esquemas terminó siendo tan amplia que habían, familias con 7 u 8 inscripciones a programas de ayuda distintos. Hoy en día se sustituyó el bien tangible por un depósito en bolívares, esto fue diluyéndose y tuvieron que empezar a trabajar. Habían, personas que preferían no trabajar y estar inscrito en distintos programas que le alcanzaba para vivir, hoy en día no, y deben trabajar y depender de tu esfuerzo personal”, recalcó.
Por: Agencias / Foto: Cortesía