Varios expertos denunciaron este miércoles que la minería submarina, de aprobarse, implicará un daño «a gran escala e irreversible» para los fondos marinos y aportará limitados beneficios económicos, especialmente para los países insulares en desarrollo.
Así se pronunciaron en un encuentro virtual con periodistas, organizado por la Deep Sea Conservation Coalition (DSCC), previo a la IV Conferencia Internacional de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS, por sus siglas en inglés), que se celebrará del 27 al 30 de mayo en Antigua y Barbuda, reseñó EFE.
Según la DSCC, para los SIDS, el posible inicio de la minería en aguas profundas, cuyo código regulatorio se debate en la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, «proporcionaría beneficios limitados o nulos, exacerbaría la crisis climática y su limpieza costaría billones (de dólares)».
Diva Amon, científica en el Laboratorio de Ciencias Oceánicas de la Universidad de California, indicó que las profundidades del mar desempeñan «un papel fundamental en el apoyo al sector de la pesca del que dependen miles de millones de personas en todo el mundo, en particular en los SIDS».
La experta destacó asimismo que existe el potencial de obtener una gran cantidad de ingresos de las profundidades del mar en el futuro en forma de los llamados recursos genéticos marinos y que el océano desempeña «un papel realmente vital en la regulación del clima».
«Estás causando un daño muy grave a largo plazo por lo que serían ganancias potencialmente muy pocas y de corto plazo», subrayó Amon, quien hizo hincapié en este riesgo especialmente para los SIDS, que dependen del océano y verían probablemente su vida cotidiana afectada.
También explicó que la minería submarina no solo destruiría el fondo marino sino otras partes del océano debido a que, tras la extracción de los metales, los sedimentos, el agua y algunas partículas metálicas se bombearán de regreso al océano.
«Este proceso obviamente tendrá un gran impacto», causando la muerte y la migración de los animales, señaló la científica, que indicó que la pérdida de biodiversidad y de hábitat sería «un daño irreversible».
Al respecto, Emma Amadi, de Planet Tracker, aseveró que «la pérdida de hábitat y biodiversidad causada por la minería submarina sería permanente, especialmente cuando se piensa en escalas de tiempo del tipo humano».
Las mencionadas columnas de sedimento -continuó- podrían extenderse hasta cientos o miles de kilómetros, y eso afectaría un área de dos a cuatro veces mayor que el área minada.
«El volumen total de la biosfera afectada por la minería submarina podría ser de 25 a 27 millones de kilómetros cúbicos, por lo que el daño podría ser muy difícil o casi imposible de restaurar de forma natural», agregó.
Sobre la restauración, Amadi aseguró que su costo sería tan alto que «sería imposible para las compañías mineras pagarlo y operar con ganancias».
En este contexto, los SIDS se arriesgan a tener «muy poca compensación por esos impactos negativos y muy poco apoyo para financiar cualquier actividad de restauración o mitigación», añadió la experta.
Un total de 25 países se han unido a la campaña de DSCC que pide una moratoria a la minería submarina, cuya regulación volverá a estar a debate el próximo julio en una reunión en Jamaica de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos.
Por Agencia.