Héctor Orochena, licenciado en Ciencias Fiscales Consultor y Auditor Tributario, explicó que el aumento de la Unidad Tributaria de 0.4 a 9 bolívares, aunque es significativo, “no corrige el rezago que tiene a través del tiempo”.
Explicó que si el año pasado aquellas personas naturales que ganaban Bs. 400 al año estaban obligados a declarar, con esta nueva valoración quienes devenguen Bs. 9 mil ($ 360) estarán obligados a declarar en 2023, cerca de Bs. 700, cifra irrisoria que no corrige la enorme distorsión que existe”.
En el espacio 2 más 2 de Unión Radio, moderado por Ginette González y Andrés Rojas, agregó que, aunque esta medida excluye a los empleados públicos que devengan sueldos mínimos, se mantuvo un target de contribuyentes que tienen poca capacidad de compra.
Aseveró que el problema con el sistema tributario venezolano es que “está completamente atrofiado”.
Expresó preocupación por el régimen sancionatorio que desde 2019 para atrás obliga a las empresas y contribuyentes pagar en unidades tributarias.
Explicó que, en un reparo en Impuesto Sobre la Renta, como el código ordena que la sanción se concrete en unidades tributarias vigentes para aquella fecha y luego se multiplique por el valor tributario actual, esa multa de Bs 1.500 termina convirtiéndose en 900 mil dólares “y cuando pasa a Bs. 9 mil, esa multa pasa a ser más de tres millones dólares”.
“Esta distorsión del régimen sancionatorio derivado de la unidad tributaria, impone la necesidad de hacer algo sustantivo”, aseveró.
“No puede ser que con la reforma al Código Orgánico Tributario, cuando se abandonó del régimen sancionatorio y se migró a la moneda de mayor valor, se haya mantenido dos variables antagónicas en sí mismas”, lamentó.
Añadió que hoy en día la unidad tributaria a quienes afecta es a empresas y personas naturales por el régimen sancionatorio desde 2019.
Por: Agencias / Foto: Cortesía