En un entorno hostil, signado por la crisis económica, la ausencia de políticas públicas favorables a su iniciativa y las dificultades para acceder a financiamiento, el venezolano se lanza al emprendimiento ante la falta de oportunidades laborales, en un mercado que tiende a la informalidad.
La descripción forma parte de las conclusiones del estudio sobre la actividad emprendedora Global Entrepreneurship Monitor (GEM Venezuela) de 2022, realizado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB) y el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
El análisis, presentado este miércoles 15 de marzo, señala que cerca de tres millones de venezolanos (19% de la población adulta del país) están emprendiendo en diferentes etapas.
De ese grupo, la gran mayoría (86%) posee emprendimientos en etapa temprana (TEA, por sus siglas en inglés), es decir, tienen negocios nacientes (startups con menos de tres meses en el mercado) o negocios nuevos (con menos de 3,5 años en el mercado), y solo 14 por ciento posee negocios establecidos o en parte consolidados (EBO, por sus siglas en inglés), es decir, han sobrevivido más de cinco años en el mercado. Hablando de toda la población adulta del país, aproximadamente 11 por ciento tiene emprendimientos nacientes, cinco por ciento nuevos y sólo 2,6 por ciento posee negocios establecidos.
La encuesta GEM Venezuela 2022 concluye que la principal motivación de los venezolanos para emprender, con un 90 por ciento de respuestas afirmativas, es “ganarse la vida porque los empleos son escasos”. Los “emprendedores por necesidad” alcanzan 92 por ciento entre quienes tienen negocios en etapas nacientes, suman 86 por ciento entre los que tienen una empresa nueva y alcanza a 98 por cientro en el caso de los dueños de emprendimientos establecidos.
Una economía frágil
El sociólogo y profesor del IIES-UCAB, Luis Pedro España, expresó que en los últimos dos años se han registrado “cambios importantes en el mercado laboral venezolano”, a consecuencia de la profundización de la crisis económica y la migración masiva.
España apuntó que el Estado venezolano ha atravesado “una reducción espectacular y pacífica”, con alrededor de 1,5 millones de funcionarios que simplemente dejaron de ir a sus trabajos por los bajos sueldos. “El relativo alto porcentaje de empleo formal en Venezuela estaba constituido por empleo público. Al reducirse el Estado, el sector formal se reduce y probablemente solo mejore en la medida en que se creen nuevas empresas y emprendimientos”, resaltó.
El académico se refirió a las cifras de la última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), que mostró una caída de 15 puntos porcentuales de la pobreza multidimensional en el país en 2022 -ahora 50,5 por ciento de los hogares se consideran pobres-, en buena medida por la recuperación de los ingresos, pese a que se amplió la brecha de la desigualdad.
Sostuvo que ese repunte de la economía obedeció “a la liberalización de facto” que impuso el gobierno de Nicolás Maduro; sin embargo, advirtió que ese crecimiento es insuficiente y frágil por la ausencia de políticas públicas, detalla Descifrado.
“Venezuela sigue mostrando niveles bajos de actividad económica, lo cual se debe a la poca oportunidad de empleo y de emprendimiento”, aseveró. “La única posibilidad de qué se incremente el nivel de actividad y disminuya la precariedad del empleo, más allá de que se mantenga el crecimiento económico, pasa necesariamente por una redistribución de las oportunidades por género, ámbitos territoriales y sectores económicos, entre ellos el emprendimiento. Lo cual requiere una política de incentivos sectoriales y de política social que mejoren la empleabilidad de la población en edad activa”, finalizó.
En cuanto a ingresos, los emprendedores TEA y Establecidos son menos pobres en términos monetarios que el resto de la población. Asimismo, las personas con emprendimientos nuevos y/o establecidos tienen mayor probabilidad de ejercer la jefatura de hogar y, en general, todos los emprendedores tienen mayor propensión a tener varios empleos, principalmente los TEA.
Marotta explicó que, según el GEM Venezuela 2022, los emprendimientos en edad temprana del país (es decir, la mayoría) tienen poco impacto en la economía: 84 por ciento cuentan con uno o dos socios, 81por ciento tienen entre uno y cinco empleados y solo dos por ciento tienen expectativas de contratar seis o más empleados en los próximos cinco años.
“El 71 por ciento de los negocios están orientados al consumidor final, 95 por ciento de los emprendimientos no exportan, 62% solo tiene alcance en el mercado local, 77 por ciento no ofrece productos o servicios innovadores y casi la totalidad (97%) tiene nulo o bajo nivel tecnológico”, refirió.
Por: Agencias / Foto: Cortesía