El pasado 27 de junio, José Valero (12) y Gianni Martucci (13) resultaron ganadores del Premio Roboticista de la Competencia Internacional de Robótica 2021, realizada desde Malasia a través de internet.
Valero contó que antes de aprender robótica en el colegio le gustaba la programación y se ve como un programador de videojuegos en el futuro.
“Me gusta mucho la parte de programación y pienso en ser un programador de videojuegos en un futuro y, quién sabe, tal vez trabajar para Nintendo”, indicó entre risas, luego de saberse ganador.
Martucci comentó que él disfruta de su aprendizaje de robótica y ve el diseño como un pasatiempo divertido, aunque no descarta que pueda representar una opción profesional.
“No me veo como diseñador o programador, como carrera no, pero como hobby puede ser. Puede ser que tengamos una empresa en un futuro”, expresó Martucci, quien recomendó a otros jóvenes darse la oportunidad de aprender sobre robótica.
“Les recomiendo que se interesen en esto porque va a ser el futuro del país, del mundo, la programación y la robótica. Todo es automatizado y la mayoría de las cosas van a tener que ver con robots”, aseguró el adolescente Martucci.
Orgullo pese al estrés
El ingeniero electrónico Luis Paredes, profesor de robótica del Colegio República de Venezuela, ubicado en Valera, y de hardware mecatrónica en dos universidades de Trujillo, explicó a El Pitazo que ganar una distinción en la competencia virtual requirió de mucho esfuerzo, no solo de sus estudiantes, sino de los padres de estos.
A finales de mayo Kenny Urdaneta, un exalumno de Paredes, radicado en México, los motivó a participar en la contienda internacional, por lo que tuvieron pocas semanas de preparación.
Primero se postularon y debieron cumplir con una serie de requisitos para poder defender su proyecto.
En la competencia virtual, realizada desde Malasia, Valero y Gianni participaron en la categoría juvenil y superaron dos retos: programación de robot virtual y diseño asistido por computadora.
Con programas y lineamientos escogidos por un jurado, los estudiantes de primer año de bachillerato defendieron a Pack-E-T (un prototipo de robot para sostener peso) en conexiones en línea, totalmente en vivo y sin ayuda de sus padres, salvo las veces que necesitaban intérpretes del inglés al español.
“La experiencia más que todo fue estresante por los problemas de electricidad, de internet, no sabíamos si se perdía la conexión l, y también por el cambio de horario. Siempre nos ponían a exponer primero que los demás”, contó Martucci, para quien pese al estrés, los objetivos planteados se lograron.
Valero también sintió esa presión y, como su compañero, se siente orgulloso.
“Me siento muy feliz y orgulloso de que tantos días y horas de trabajo dieron sus frutos, que podamos tener un futuro mejor. Yo sentí bastante estrés por los problemas de conexión y la diferencia de horario. Malasia tiene 12 horas de diferencia. Eran días completos de desvelarse”, agregó.
Ambos, junto a su profesor, tienen la expectativa de poder participar en 2022 en otra competencia auspiciada por Robotics Malasia, esta vez de manera presencial, pues como parte del premio, la institución les ofreció una entrada abierta para inscribirse.
Por: Agencias / Foto: Cortesía