lunes, noviembre 18

Estas son las joyas con las que seria enterrada Isabel II

La colección de joyería privada de la reina Isabel II está compuesta por 300 piezas de gran valor, incluidos 98 broches, 46 collares, 34 pares de pendientes, 15 anillos, 14 relojes y cinco colgantes. Las joyas son de todo tipo: regalos, reliquias familiares con gran valor sentimental y varias piezas únicas hechas exclusivamente para la monarca.

De manera especial destacan sus tiaras de diamantes y las coronas utilizadas para eventos de gran importancia. Como es el caso de la corona de San Eduardo, compuesta por 444 piedras preciosas, que solo se usa en las coronaciones y que pasaron de monarca en monarca desde 1661, reseñó La Razón.

Aunque la pieza más importante de la colección es la corona Imperial, que Isabel II llevó el día de su coronación y que utilizaba única y exclusivamente en la ceremonia de apertura del Parlamento británico. Esta espectacular corona está formada por 2.868 diamantes.

Además, de su colección personal, Isabel II era propietaria de las joyas de la Corona, que se exhiben en la Torre de Londres desde el siglo XVII. Esta colección, con piezas únicas y de valor incalculable, eran utilizadas por la reina en ocasiones muy especiales, como ciertas ceremonias, en la coronación o simplemente para posar para algún retrato.

A pesar de dar una imagen de mujer recta y seria, era generosa y le gustaba compartir sus diamantes y perlas con otros miembros de la realeza. Un buen ejemplo es Kate Middleton a la que prestó el collar Nizam of Hyderabad, creado por Cartier en los años 30 del siglo pasado.

La Princesa de Gales también rindió homenajeó a la abuela del príncipe Guillermo en el día de su 95 cumpleaños y utilizó unos pendientes de perlas para realizar una visita una academia militar.

A pesar de las diferencias que mantuvieron, la reina le dejó a Meghan Markle unos pendientes para el día de su boda con el príncipe Enrique en 2018.

Pero uno de los artículos preferidos de la reina era un broche con forma de escarabajo que le regaló el príncipe Felipe en 1966 y que utilizó en varias comparecencias públicas, incluido el mensaje de Navidad de 2007.

De hecho, muchos de los broches de la reina tenían un significado especial, como el broche de nudo del verdadero amante, que tiene la forma de un gran lazo que contiene cientos de pequeños diamantes, con un diamante más grande en el centro. Elaborado en el siglo XIX fue un regalo de su abuela, la reina María, tras su muerte en 1953.

Otro broche al que tenía un cariño especial fue al que utilizó en la boda de su hermana Margaret y Antony Armstrong-Jones en 1960 y en la de Guillermo y Kate en 2011. Un tercer broche es el de la cesta de flores fue el que le regalaron sus padres cuando dio a luz a Carlos III en 1948. Este broche de rubíes y zafiros lo utilizó de manera oficial para una fotografía oficial un mes después de dar a luz al heredero. A lo largo de su vida lo utilizó en varias ocasiones, incluida la celebración de su Jubileo de Diamante en 2012.

Otra pieza de joyería que es particularmente popular es el broche de hoja de arce de la Reina Madre. El prendedor de diamantes con la forma del emblema nacional de Canadá fue estrenado por la Reina Madre en una visita al país en 1939. La monarca también se lo prestó a Kate en 2011 cuando ella y Guillermo realizaron una gira oficial por Canadá.

En cuanto a los collares, uno de los que más se identifican con la reina es su collar de perlas de tres hilos, un regalo de su padre, el rey Jorge VI, quien murió en 1952 cuando la reina tenía solo 25 años. La Reina tenía tres versiones distintas de este mismo collar, imprescindible en cualquiera de sus apariciones públicas. Una de ellas fue un regalo del Emir de Qatar, que se diferenciaba de los demás en que tenía un broche de diamantes.

Otras de las impresionantes joyas de la colección son el collar y los pendientes de diamantes y zafiros. Creados en 1850, fueron un regalo de bodas de su padre. En 1963, la reina ordenó hacer una tiara a juego.

En 1952, al inicio de su mandato ordenó acortar el collar quitando el zafiro más grande y un segundo zafiro más pequeño. El zafiro más grande se utilizó en 1959 para hacer un broche.

Su Majestad encargó un collar de perlas de cuatro filas para su colección, que fue usado tanto por la princesa Diana, en un banquete en el Palacio de Hampton Court en 1982, como por Kate, quien la usó en el funeral del duque de Edimburgo en 2021.

En cuanto a las tiaras, la de la reina Alexandra es una verdadera pieza de colección. Compuesta por 61 piezas de platino incrustadas con al menos 488 diamantes, fue un regalo a la reina Alexandra (entonces princesa de Gales) de su cuñado, el zar Alejandro III de Rusia.

En cuanto a los pendientes, la Reina comenzó su colección a los 20 años, aunque en realidad no se perforó las orejas hasta los 25 años. Los primeros fueron de clip y se los regaló su abuela. Estos pendientes de diamante son los que utilizaría la reina el día de su boda con el príncipe Felipe en 1947.

Después del enlace, sus padres le regalaron un par de pendientes de Cartier. Denominados “Greville Chandelier” están compuestos por 16 diamantes de varios cortes, incluidos los tallados en forma de pera, media luna y esmeralda, y fueron los que utilizó para su retrato del Día de la Coronación.

A pesar de que la mayoría de las piezas son de plata, tenía un objeto de oro que fue muy especial para ella: el anillo de bodas. De oro galés ocupó un lugar privilegiado en su dedo, junto con su anillo de compromiso, que diseñó el propio Príncipe Felipe. Además de su simbología, este anillo servía a la reina para comunicarse con su personal. Si Isabel II comenzaba a girarlo sobre su dedo significaba que tenían que prepararlo todo porque iba a abandonara el acto.

¿Qué pasara ahora con estas joyas? ¿Con cuáles será enterrada?

La mayoría de las joyas seguirán perteneciendo a la familia real, en este caso a Camilla Parker como mujer del rey Carlos III, aunque habrá algunas piezas que la reina entregará a algunos miembros de la familia Windsor a través de la herencia, de la que está excluida Megan Markle.

Pero Isabel II se llevará a la tumba algunas de sus más preciadas piezas. Lisa Levinson, experta en la Casa Real británica indicó al diario “Metro” será enterrada con solo dos piezas de joyería muy especiales. Levinson, jefa de comunicaciones del Natural Diamond Council, afirma que Isabel II habría elegido algunas de las joyas menos valiosas de su colección para acompañarla en el descanso.

“Su Majestad es una mujer increíblemente humilde y es poco probable que lleve con algo más que su anillo de bodas de oro galés para descansar y un par de pendientes de perlas”, dijo.

Levinson explicó que con total probabilidad el anillo de compromiso de la reina madre, que perteneció a la madre del Príncipe Felipe, la Princesa Alicia de Battenberg, probablemente será para la Princesa Ana.

Mok O’Keeffe, del grupo monárquico GayAristo, es de la misma opinión que Levinson y tiene claro que la reina no se llevará ninguna de las piezas importantes de su colección porque era una “mujer modesta”. “Su anillo de bodas es todo lo que necesita. Este simple acto de amor parece adecuado para una mujer que disfrutó activamente de las cosas simples de la vida y, debido a su fuerte fe, creía que disfrutaría de las riquezas del cielo”.

“Muchas de las joyas que usó forman parte de la historia del país y pasarán al futuro monarca y la reina consorte, por el resto de sus vidas”, agregó.

Dichos artículos ceremoniales se exhibirán durante cuatro días en Westminster Hall hasta su funeral de estado el lunes. Sobre el ataúd estará el Estandarte Real, una bandera que representa al Soberano y al Reino Unido. La bandera estará en compañía de la Corona del Estado Imperial, incrustada con más de 3.000 piedras preciosas.

El orbe y el cetro del Soberano también se extenderán sobre el ataúd. El orbe es un símbolo del derecho divino de los gobernantes hecho de oro hueco y adornado con más de 600 piedras preciosas, incluidos 30 rubíes y una docena de diamantes.

El cetro contiene la gema más grande del diamante Cullinan: la Gran Estrella de África.

La Reina será enterrada en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI en el Castillo de Windsor, uniéndose al rey Jorge VI y la reina Isabel.

 

Por Agencia