martes, noviembre 5

Estas células cyborg podrían revolucionar la medicina

Un grupo de científicos de la Universidad de California y el Instituto de Ciencias Biomédicas de Taipei, en Taiwán, ha desarrollado células cyborg, con un futuro muy prometedor. No es la primera vez que se desarrollan células sintéticas. Sin embargo, estas se encuentran a medio camino entre lo vivo y lo artificial, de modo que reúnen las mejores cualidades de ambos estados.

De momento solo han buscado la forma de sintetizar estas células cyborg. No obstante, según explican en un estudio de la revista Advanced Science, en un futuro esperan poder darles usos muy variados. Estos podrían ir desde la administración dirigida de fármacos hasta la limpieza de contaminantes según Hipertextual.

Y es que la biología sintética es una ciencia muy novedosa, que apenas está empezando a despegar. Sin embargo, cuando lo haga, tendrá multitud de aplicaciones que ayudarán a mejorar nuestras vidas desde diferentes ámbitos. Esto incluye cualquier tipo de forma de vida sintética, pero también a estas nuevas células cyborg.

El objetivo de las células cyborg
La biotecnología es la rama de la ciencia que se encarga del uso de organismos vivos para el desarrollo de aplicaciones beneficiosas para el ser humano. Es de gran utilidad en muchísimas áreas. Sin embargo, se debe tener en cuenta que los organismos vivos complejos, así como las células simples, a veces son difíciles de controlar.

Esta pequeña limitación ha llevado al desarrollo de la biología sintética. Con ella se pueden modificar células vivas, para convertirlas en algo más manejable, o directamente construirlas desde cero. Así, se obtienen células con la mayoría de sus funciones intactas, pero con características adicionales muy útiles. Por ejemplo, no se pueden reproducir, por lo que es más fácil controlarlas. Además, son programables, de manera que se puede ir modificando su forma de operar con base en unas necesidades concretas.

Las células cyborg reúnen lo mejor de las dos opciones. No se construyen desde cero, pero tampoco son exactamente modificaciones celulares genéticas. En su caso, estos científicos han usado bacterias como cimientos para su invento. Después, añadieron a estas células bacterianas un polímero artificial, que posteriormente se expuso a radiación ultravioleta. Así, el polímero se alteró para dar lugar a una matriz artificial, similar a la matriz extracelular que normalmente forma parte de un tejido. Por eso sus propios autores denominan este invento como células cyborg. La base son células normales, pero se les han añadido elementos sintéticos que las hacen más resistentes.

Como suele ocurrir con cualquier otro cyborg, estas células mantienen sus características normales, pero también tienen algunas cualidades extraordinarias. Por ejemplo, son mucho más resistentes a factores estresantes como un pH elevado o la exposición a antibióticos.

En cuanto a las características que conservan, se ha comprobado que aún pueden sintetizar proteínas, moverse, mantener sus reacciones metabólicas normales y seguir los circuitos genéticos. Esto significa que pueden sobrevivir como normalmente lo hacen, pero en condiciones más extremas y, además, siguen teniendo unas instrucciones genéticas que se pueden mantener o modificar, según cuál vaya a ser su función. Por ejemplo, se podrían aprovechar que mantienen su motilidad, pero modificarlas para que se dirijan específicamente a un tumor y, una vez en su interior, lo destruyan. O para que lleven fármacos justo a las células que los necesitan.

Todo esto debe estudiarse. De hecho, estos científicos reconocen que, aunque han conseguido el requisito de que no se reproduzcan, no tienen muy claro cómo lo han hecho. Según señalan en Science Alert, es posible que la matriz artificial detenga la división celular al inhibir el crecimiento celular o la replicación del ADN, o ambos. Tendrán que estudiar esto y, además, seguir analizando posibles aplicaciones.

De momento, al menos saben que la construcción de células cyborg es posible. El futuro de la ciencia es maravilloso.

Por:Agencia