El mielero regente (Anthochaera phrygia) es una especie de ave paseriforme de la familia Meliphagidae del sudeste de Australia que actualmente está en peligro de extinción. Su problema: se ha olvidado de cantar, y con ello su canto de apareamiento.
Y es que hoy la especie cuenta con tan solo 300 especímenes en todo el mundo. Conocidos por la complejidad de sus canciones de apareamiento, a medida que su número comenzó a disminuir los ornitólogos notaron que esta complejidad disminuía, hasta el punto en que los machos ya ni siquiera sonaban como su especie. Hoy, existe una amplia evidencia de que los mieleros regentes han olvidado cómo cantar, lo que podría extinguirlos como especie.
Al principio, los expertos notaron que los machos estaban imitando los cantos de otras especies de aves, aunque no ofrecieron ninguna explicación de por qué estaba sucediendo algo así. Algunos creían que el mimetismo se consideraba una estrategia deliberada para evitar ser atacados por aves más grandes. Sin embargo, un estudio reciente mostró lo contrario.
Según cuenta el doctor Joss Crates, ecólogo de la Escuela de Medio Ambiente Fenner y autor del estudio:
Los pobres pájaros no tienen la oportunidad de aprender lo que deberían cantar. No tienen la oportunidad de pasar el rato con otros mieleros y aprender cómo se supone que deben sonar.
Crates explica que los jóvenes mieleros aprenden sus canciones de los miembros adultos de su especie, pero debido a que están tan dispersos en su hábitat, muchos machos no pueden escuchar las canciones adecuadas, por lo que comienzan a adoptar melodías de otras especies de aves.
Y aquí está el problema, ya que estas no son las canciones que las hembras quieren escuchar, por lo que sus posibilidades de encontrar pareja son muy escasas. Según el experto:
Cuando sus polluelos nacen, los mieleros regentes tienden a permanecer muy tranquilos, para no atraer a los depredadores, por lo que los pequeños aprenden sus cantos cuando salen del nido, escuchando a otros adultos e imitándolos. Pero debido a que quedan tan pocos de ellos, no pueden escuchar a otras aves de su especie en la naturaleza.
Son tan raros y el área que podrían ocupar es tan grande, probablemente 10 veces el tamaño del Reino Unido, que estábamos buscando una aguja en un pajar. Así que acaban aprendiendo las canciones de otras especies.
Al parecer, Crates y su equipo se propusieron no investigar las canciones de los mieleros, sino encontrar especímenes en la naturaleza, lo que resultó ser un desafío. Sin embargo, fue durante estas búsquedas cuando encontraron mieleros que “no sonaban en nada como un mielero”, sino como otras especies.
Según el estudio, el canto natural, en esencia, ha “desaparecido” en al menos el 12% de la población, y considerando el tamaño (alrededor de 300 especímenes), eso es una gran preocupación.
Por esta razón los científicos planean poner a los machos capturados a que pueden cantar en aviarios junto a los mieleros regentes criados en cautiverio para que los pequeños puedan aprender la canción correcta. Luego planean liberarlos en la naturaleza cada pocos años, donde con suerte podrán atraer a las hembras y reproducirse.
Por: Agencia