martes, noviembre 5

Esperanza: El Récord mundial de Maracaibo

El 4 de mayo anunciamos un sueño, lo hicimos a las afueras de la que muy pronto será la sede de todos los gaiteros, el Instituto Municipal de la Gaita Ricardo Aguirre (IMGRA), donde estamos levantando un hermoso proyecto. Ese día le propusimos a Maracaibo la idea de ir por un Récord Mundial con la mayor cantidad de profesionales de la gaita tocando al unísono. Ese sueño guardaba la esperanza de reencontrarnos todos y que nuestra ciudad ocupara nuevamente titulares nacionales e internacionales, pero ya no por malas noticias, sino por la demostración del talento que tenemos y cómo, en medio de las adversidades, la resiliencia del marabino es capaz de superar cualquier obstáculo cuando trabaja en equipo, orgulloso de su identidad. Y lo logramos.

También nos propusimos esta meta desde la Alcaldía de Maracaibo, para darle un regalo a nuestra patrona, la Virgen del Chiquinquirá, en los 80 de su coronación, y como un sentido homenaje a todos y cada uno de los zulianos que están lejos de nuestra geografía, luchando por un futuro mucho mejor, recordando sus raíces todos los días y añorando algo que todos soñamos, ese abrazo de reencuentro con sus familiares.

Desde el primer día, nos pusimos como meta crear un equipo de trabajo con amplitud y llenos de pasión para lograr lo que vimos este 8 de noviembre, que nuestra música
tradicional sonara en el mundo entero y 410 artistas hicieron magia para ganar, en nombre de la Alcaldía de Maracaibo, un Guinness World Records (GWR) con la banda de música folclórica más grande del mundo. Y aunque ante los ojos de GWR bastaron 5 minutos y 45 segundos para lograrlo, nosotros sabemos del esfuerzo, trabajo y sacrificio que guardó detrás de escena.

A Víctor Hugo Márquez, proponente y catedrático de la gaita, le tomó 15 años ser
escuchado. A Endri Méndez, presidente del IMGRA, meses de preparación y coordinación con gaiteros, trasnochos para precisar cada detalle, reuniones para sumar fuerzas. A Humberto Bracho, la trayectoria musical que le acompaña, la formación profesional para dirigir a la agrupación gaitera más grande del mundo y ser la voz que responsablemente los guio hacia el triunfo. Y a los 410 gaiteros, meses de ensayo que reforzaron ese sentir zuliano que viven desde que por primera vez levantan un cuatro, suenan un furro o repican la tambora.

Después de meses de reuniones y ensayos, el 25 de octubre luego de cumplir con las
formalidades requeridas a la Alcaldía de Maracaibo como institución promotora, hicimos oficial el anuncio como aspirantes al Guinness World Record en nombre de la ciudad, definiendo a ‘Reina Morena’ como la gaita para la evaluación, a propósito de los 80 años de coronación de la Virgen de Chiquinquirá, nuestra santa patrona. Por eso, fue la Plazoleta de la Basílica el espacio idóneo para ir tras la proeza del 8N, día del Gaitero, y con la bendición de la Chinita.

Por cierto, como bien saben las lluvias azotan nuestra región. Todas las tardes llovía con fuerza, pero este día no fue así. El cielo se despejó y nos regaló una tarde fresca. Siento que nuestra Santa Patrona nos ayudó con su bendición, con un clima perfecto para lograr nuestro anhelado objetivo. Gracias Chinita amada.

Hablamos de una cruzada que se soñó, se trabajó y se logró. Fue una hermosa
demostración de lo que somos capaces de lograr cuando nos unimos por un objetivo
superior, que, en esta oportunidad, fue devolverle a la ciudad el orgullo de decir: “De Maracaibo soy, de la ciudad que tiene lago, China, puente y ahora también un Récord Mundial”. El anhelo de este triunfo buscaba decirle a Venezuela que aquí estamos, orgullosos de lo nuestro y trabajando por volver a ser esa ciudad cuna de la innovación, del éxito y bonanza, que está levantándose de las cenizas porque tiene gente que quiere verla brillar nuevamente. La destrucción la derrotamos con la esperanza de hacer las cosas diferente y vamos por buen camino.

Justo por demás reconocer la disposición del sector privado para apadrinar un evento que apuntaba directamente a unir en un solo corazón a los marabinos: los que están dentro de Venezuela y los que a la distancia la sienten con fuerza. Porque la alegría y esperanza que se vivía en la Calle Derecha de Maracaibo, era tan inspiradora como los miles de mensajes de quienes desde el exterior se unían a la transmisión en vivo para decir presente, y por cuatro horas, volar de nuevo a casa para abrazar sus tradiciones, su esperanza de volver. A todos ustedes, aquí seguiremos trabajando para que esa unión que vivimos por las pantallas, pueda ser tangible como el certificado que nos acredita como los ganadores del Guinness World Records, y que, a su llegada al país, aterrizará a los pies de nuestra Chinita para su bendición.

Y para mi equipo de la Alcaldía de Maracaibo, no tengo palabras suficientes de
agradecimiento. Mantener limpio cada espacio, cuidar cada aspecto de la seguridad
ciudadana, conectar los corazones a través de nuestras redes sociales, asistir a cada uno de los invitados a este evento que marcó la historia de nuestra casa grande, son de los aspectos que me hacen sentir un profundo orgullo al saberme rodeado de una familia que está construyendo soluciones, desde cada espacio, para transformar para siempre la forma de hacer política como la conocíamos, viviéndola como siempre ha debido ser: ¡Desde el servicio!

Tenemos muchas dificultades que superar, pero este momento fue una recarga de energía para saber de lo que somos capaces de hacer. Es un refuerzo a nuestro sistema inmunológico. Es darle alimento al alma para levantar la cara, mirar hacia el futuro y trabajar para conquistar sueños que construyan soluciones por la ciudad que todos queremos.

Por: Rafael Ramírez Colina, Alcalde de Maracaibo