La salud pública gratuita en el Zulia no existe. La tan manoseada «salud para el pueblo» es una gran mentira. A todos los pacientes que llegan a algún hospital o ambulatorio del estado los reciben con una larga lista de medicamentos e insumos que deben comprar para ser medianamente atendidos.
Un panel de expertos en el tema de salud pública describió la situación como un auténtico viacrucis porque además de tener que comprar hasta el algodón, deben hacerlo en dólares.
Marisela Reverol, expresidenta del Colegio de Médicos de la región, aseguró que la salud en el Zulia está privatizada y dolarizada. «A lo sumo, 10 % de los pacientes puede costearse una clínica privada, mientras que el 90 % restante de los zulianos no tiene posibilidades económicas y se muere de mengua en los hospitales destruidos donde ni siquiera hay gasa o alcohol», precisó.
Reverol señaló que sin importar la patología del paciente igual debe llevar la lista de insumos básica que se le exige, la cual no baja de 300 dólares. “La infraestructura del sistema de salud está en ruinas, sin insumos ni equipos. Las emergencias de nuestros hospitales y ambulatorios adolecen de todo, no tenemos nada con qué atender a nuestros pacientes”, denunció.
La representante gremial detalló que 90 % de los pabellones disponibles en el Zulia están inhabilitados, a la vez que indicó que sólo hay 25 camas de Cuidados Intensivos para atender todo el estado. «En general, la red hospitalaria regional apenas funciona en 10% de su capacidad porque todo está destruido».
Dora Colmenares, especialista en cirugía y miembro de la Comisión de Salud de la Rectoría de La Universidad del Zulia, denunció que las autoridades regionales violan los derechos humanos y constitucionales de todos los zulianos. «La gratuidad de la salud establecida en la Constitución es letra muerta. A todo paciente que llega a un centro de salud público se le exige que lleve los insumos a utilizar y hasta el agua que consumirá sin importar que pueda comprarlos o no», resaltó.
La especialista señaló que «Ningún hospital tiene mamógrafo por tanto quien amerite una exploración diagnóstica por rayos X de la glándula mamaria debe pagar en dólares en un centro privado porque en el único sitio que hay disponible, en el municipio San Francisco, sólo se atiende a quienes comparten la tendencia política oficialista. En el caso del Covid en el hospital Universitario vemos que sólo le dan Remdesivir a quienes se lo aprueben desde Caracas. También está el caso del CPRE, intervención quirúrgica para tratar los problemas de los conductos biliares y pancreáticos, cuyos pacientes previamente seleccionados por su inclinación partidista son trasladados hasta Barquisimeto porque aquí la desidia acabó con todo».
Hania Salazar, presidenta del Colegio de Enfermería de la entidad, apuntó al alto déficit de personal de cuidado especializado que ronda 70 %, razón por la que el personal hace guardias de 24 horas cuando deben ser de seis y ocho horas máximo.
“Esto significa que nuestros pacientes están mal atendidos en lo que se refiere al cuidado humano que da el profesional de enfermería. A veces tenemos 30 ó 40 pacientes con un solo enfermero o enfermera por sala de hospitalización. En el área de Cuidados Intensivos vemos algo que nunca había ocurrido en la salud del estado y es que hay un solo profesional intensivista tratando a cinco pacientes, cuando la relación en esa área es uno a uno”, especificó Salazar.
Efectos colaterales
La crisis de la salud en el Zulia también golpea fuerte a las parturientas, sus bebés y a los niños en general.
El pediatra Douglas Umbría, con más de 35 años de experiencia, aseguró que el calvario de las parturientas comienza cuando el bebé nace con problemas respiratorios y amerita el uso de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales ya que la mayoría cerró y las pocas que quedan no cuentan con los equipos necesarios.
“Si el recién nacido amerita una hospitalización nos encontramos que no tenemos una infraestructura para ofertar camas pediátricas en todo el estado porque la mayoría de los centros asistenciales han cerrado los servicios”, precisó.
El también profesor universitario resaltó el cierre de las Unidades de Rehabilitación Nutricional en el estado. «Todo se agrava cuando el paciente infantil llega con desnutrición. La población pediátrica está siendo tocada por la pésima calidad de atención la falta insumos, mala infraestructura y mínima oferta de camas”.
Por otro lado, Diego Muñoz, médico psiquiatra y docente universitario, explicó que toda la situación patológica y financiera que acarrea una enfermedad produce altos niveles de estrés en el mismo paciente y sus familiares, por lo que genera un deterioro mental que disminuye la capacidad de la persona para resolver la situación.
“A través de contactos que tenemos con los pacientes y por la consulta hemos observado un aumento significativo de las cifras de angustia, sentimientos de frustración, desasosiego y de ansiedad como consecuencia de la situación país”, expuso el psiquiatra.
Muñoz puntualizó que el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo antes tenía varias salas para hospitalización y hoy sólo quedan 2, una que atiende 14 mujeres máximo y la otra, 10 hombres. “Este es el único hospital psiquiátrico en todo el Zulia y el occidente del país. Tiene un área de influencia de 3 millones de personas porque también se atienden pacientes de los estados Falcón y Táchira».
A una sola voz
Los cinco especialistas coincidieron en que la única manera de mejorar las condiciones de los centros de salud y promocionar la prevención sanitaria es acudiendo a votar el 21 de noviembre en la tarjeta de la Unidad para frenar la destrucción del Zulia.
Coincidieron en que Manuel Rosales, el próximo gobernador, ha demostrado con hechos su capacidad para gerenciar la salud en el estado. Indicaron que a través del Plan de Emergencia P95.0 que promueve intervendrá de manera inmediata todos los hospitales a fin de desinfectarlos, reactivar sus áreas de emergencia y garantizar una atención digna a todos los zulianos.
Por Nota de Prensa