Segundo destino turístico mundial antes de la pandemia de coronavirus, España espera una afluencia turística récord este verano (boreal), tras dos años de restricciones sanitarias, pero la inflación hace temer tiempos más difíciles una vez pase la temporada.
Se acabaron las playas medio vacías y los hoteles a la búsqueda de clientes, el «furor viajero que se ha desatado en toda Europa» ha provocado en España «un fulgurante rebote de frecuentación turística«.
Según datos del ministerio español de Turismo, 22,7 millones de personas visitaron el país en los primeros cinco meses de 2022, siete veces más que en el mismo periodo de 2021, una dinámica que se extenderá a la temporada estival.
El «número de reservas confirman a nuestro país como un destino favorito internacionalmente, y marcan buenas perspectivas para la temporada alta«, adelantó, el lunes, la ministra de Turismo, Reyes Maroto.
«Después de dos largos años«, este «verano vamos a vivir un verano como los de antes«, sentenció Fernando Valdés, secretario de Estado de temas turísticos.
Según Exceltur, una asociación de compañías del sector, los meses de julio y agosto podrían ser «similares» a los de 2019, año récord de frecuentación turística en España.
«La demanda europea y nacional es muy alta«, y beneficiará al «sector en su conjunto«, dijo su vicepresidente, José Luis Zoreda.
Una opinión compartida por los profesionales, sobre todo en el litoral. «Todo hace prever que va a ser uno de los mejores veranos de la historia«, se felicitó Diego Salinas, responsable de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías (ABRECA) de Benidorm, la famosa localidad turística de Costa Blanca, en el este.
Javier Ibáñez, economista de Caixabank, es un poco menos optimista y espera un PIB turístico para España «similar al de 2017«, que fue inferior al de 2019.
«Saturación»
Para el sector turístico, del que dependía el 13 % de los empleos españoles y el 12,5 % del PIB antes de la pandemia, esta esperada reactivación es un alivio, aunque los profesionales tengan dificultades de contratación, sobre todo en la costa y en las grandes ciudades.
Según Exceltur, el PIB generado por el turismo debería alcanzar los 151.800 millones de euros (unos 155.000 millones de dólares) este año, 10.000 millones más que la previsión inicial.
Esta cifra es ligeramente inferior a la de 2019 (155.000 millones), pero muy superior a la de 2020 (52.000 millones) y 2021 (88.000 millones).
Los destinos que más deberían beneficiarse de esta recuperación son la costa andaluza (+7,4 % respecto a 2019), Canarias (+3,5 %) y Baleares (+3,6 %).
Los sectores con perspectivas más optimistas son los parques de ocio (+7,4 %) y las empresas de alquiler de coches (+1,7 %).
Sin embargo, esta fuerte recuperación no está exenta de preocupaciones, por ejemplo, por los problemas de masificación que han provocado el caos en varios aeropuertos del país en las últimas semanas y han reavivado la polémica sobre el modelo turístico de masas.
Esta «explosión de la demanda turística» puede que provoque problemas de «saturación», que se traducen en «polémicas entre residentes y turistas«, que acaben por afectar a «la reputación del sector«, admitió Zoreda.
Además, el aumento mundial de los precios es perjudicial. Esta «espiral inflacionista«, que afecta en especial a la energía y la alimentación, limita de manera importante «los márgenes de las empresas«, advirtió Exceltur.
¿Podría este aumento de los precios frenar la recuperación al socavar el poder adquisitivo de los consumidores? Aunque el sector ha mostrado su resistencia hasta ahora, la desaceleración económica provocada por la guerra de Ucrania «afectará» al turismo, reconoce Javier Ibáñez, de Caixabank.
Por: Agencia