Rusia guardó silencio este sábado sobre la muerte en prisión del opositor del Kremlin Alexéi Navalni, cuyo entorno acusó a las autoridades de retener sus restos para “cubrir sus huellas”.
A pesar del riesgo a ser detenidos, cientos de rusos participaron en pequeñas concentraciones el sábado para homenajear al famoso detractor del Kremlin, muerto la víspera en una prisión del Ártico ruso.
Desde el viernes, la policía arrestó a 401 personas, según la oenegé de derechos humanos OVD-Info. El equipo de Navalni afirmó que las autoridades se niegan a entregar sus restos a su madre, argumentando que todavía no se determinó la causa de la muerte, reseñó AFP.
“Es evidente que los asesinos quieren cubrir sus huellas y por eso no entregan el cuerpo de Alexéi, ocultándoselo incluso a su madre”, afirmó en Telegram.
La portavoz del difunto, Kira Yarmish, afirmó que los investigadores le comunicaron al abogado que los resultados de un nuevo examen al que se someterá el cadáver no estarán disponibles hasta la próxima semana.
“Es obvio que están mintiendo y haciendo todo lo posible para evitar entregar el cuerpo”, añadió. “No quieren que salga a la luz el método que utilizaron para matar a Alexéi”, dijo.
Yarmish también indicó que la madre de Navalni, Liudmila Navalnaya, fue notificada con un “documento oficial” de que murió el 16 de febrero a las 14H17 locales (09H17 GMT).
“Alexéi Navalni fue asesinado”, añadió la vocera, exiliada como muchos disidentes para evitar la cárcel.
La muerte del activista, a los 47 años y tras pasar tres en prisión, priva a la oposición rusa de su principal figura.
Silencio y pocos detalles
Navalni, condenado por “extremismo”, purgaba una pena de 19 años en una remota colonia penitenciaria del Ártico tras unos juicios que, según múltiples voces, obedecían a motivos políticos.
Las autoridades se limitaron a asegurar que se hicieron todos los esfuerzos para reanimar al opositor, cuya salud se debilitó por el encarcelamiento, un envenenamiento en 2020 y una huelga de hambre en 2021.
“El prisionero Navalni A.A. se sintió mal después de un paseo y casi inmediatamente perdió el conocimiento”, indicó el servicio penitenciario de la región ártica de Yamal en un comunicado.
El presidente ruso, Vladimir Putin, guardó silencio tras conocerse la muerte de su principal opositor, que se produce a un mes de unas elecciones presidenciales que, previsiblemente, consolidarán el poder del mandatario.
Tras conocerse el deceso, el presidente estadounidense, Joe Biden, se dijo “escandalizado” y afirmó que su homólogo ruso era “responsable”, un mensaje compartido por otros dirigentes occidentales.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), reunidos en Múnich, guardaron un minuto de silencio, indicó la oficina del canciller italiano, Antonio Tajani.
El Kremlin consideró el viernes “totalmente inaceptables” las acusaciones de las potencias occidentales.
“No se rindan”
China, aliado cada vez más importante del Kremlin, declinó comentar la muerte de Navalni, alegando que se trata de un “asunto interno de Rusia”.
Las autoridades rusas avisaron a la población de que no organizaran ninguna manifestación.
No obstante, algunos rusos se concentraron el sábado en varias ciudades para dejar flores ante monumentos en recuerdo a disidentes políticos.
En Moscú, la policía detuvo al menos a 15 personas, según el medio independiente Sota. Poco después, periodistas de la AFP fueron testigos de un nuevo arresto.
“¡No se rindan!”, “Nunca olvidaremos, nunca nos rendiremos, Rusia será libre”, se podía leer en hojas de papel esparcidas entre las flores bajo el “muro del luto” cerca de la avenida Sajarov, lugar tradicional de concentraciones de la oposición y bautizada con el nombre de un famoso disidente soviético.
Los tribunales, por su parte, empezaron a dictar las primeras sentencias para los detenidos, que oscilan hasta los 15 días de detención, según organizaciones de derechos humanos.
El jueves, Navalni participó por vídeo en dos vistas y no se quejó de su estado de salud, según la agencia estatal de noticias Ria Novosti.
Su madre declaró que vio a su hijo el lunes “sano y de buen humor”, informó el diario independiente Novaya Gazeta, citando un mensaje publicado en Facebook.
En la cárcel, Navalni no cesó de criticar a Putin durante las vistas de sus juicios y en mensajes difundidos a través de su equipo.
En su juicio por “extremismo”, denunció “la guerra más estúpida y sinsentido del siglo XXI”, en referencia a la ofensiva rusa contra Ucrania lanzada el 24 de febrero de 2022.
Por Agencia