lunes, mayo 20

Entra combustible en Gaza, donde un bombardeo mata a 26 personas

A petición de Estados Unidos, Israel autorizó en la víspera el ingreso diario de dos camiones-cisterna en la Franja de Gaza. Un funcionario en el puesto fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto, dijo el viernes por la noche que se habían entregado 17.000 litros de combustible para alimentar los generadores del operador de telecomunicaciones de Gaza. El jefe de asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, insistió sin embargo en que el territorio necesita 200.000 litros diarios.

Israel había rechazado hasta ahora permitir la entrada de combustible porque entendía que esto podía beneficiar las actividades militares de Hamás, a quien se ha propuesto «aniquilar» tras el sangriento ataque del 7 de octubre en su territorio. Los milicianos del movimiento islamista, considerado organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, mataron en esa acción a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a alrededor de 240, según las autoridades israelíes.

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza, con bombardeos y operaciones terrestres que han matado a 12.000 personas, entre ellos 5.000 niños, según el Ministerio de Salud del territorio controlado por Hamás desde 2007. En la noche del viernes al sábado, un bombardeo contra un inmueble residencial en Jan Yunis, en el sur de la Franja, dejó 26 muertos y 23 heridos graves, dijo a la AFP el director del hospital Nasser de esta ciudad.

Situación «catastrófica»

En el hospital de Al Shifa de ciudad de Gaza, el más grande del territorio, la situación es «catastrófica» para los pacientes, que no tienen «agua ni comida«, dijo su director Mohammed Abu Salmiya a la AFP. El complejo hospitalario, donde la ONU estima que se refugian unos 2.300 civiles, genera preocupación internacional desde la incursión de las tropas israelíes el pasado miércoles.

El ejército israelí, cuyos tanques rodean aún el hospital, dijo a la AFP que estaba inspeccionando el recinto donde, según ellos, Hamás dispone de bases de mando, algo que el movimiento islamista desmiente. Israel también sospecha que algunos rehenes estaban retenidos en ese hospital y el viernes anunció haber hallado el cadáver de una soldado secuestrada en un edificio adyacente. El movimiento palestino dijo que murió por culpa de los bombardeos israelíes.

Además de los bombardeos, la Franja de Gaza soporta desde el 9 de octubre un «asedio total» por parte de Israel, que cortó las entregas de comida, agua, electricidad y medicamentos. Según la ONU, más de dos tercios de los 2,4 millones de habitantes de la Franja fueron desplazados por la guerra. La mayoría huyó hacia el sur llevándose el mínimo de sus casas. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) calcula que un 70 % de la población no dispone de agua potable en el sur del territorio.

En Rafah, en la frontera con Egipto, la AFP vio el viernes a numerosos niños heridos que esperaban en ambulancias para ser enviados hacia Emiratos Árabes Unidos. «Al principio nos dijeron que iba a morir. Tenía fracturas en el cráneo, en la pelvis y en la pierna«, dice Adam al Madhoun, el padre de Kenza, una niña de cuatro años a quien le amputaron la mano derecha tras un ataque israelí contra el campo de refugiados de Jabaliya.

A los ocho años, Nada Abu Hiya ha vivido ya tres bombardeos. «Primero bombardearon la casa de mi abuelo, donde vivíamos en Gaza. Después de eso nos fuimos a Deir el Balah y nos bombardearon. Así que vinimos aquí y nos volvieron a bombardear«, dice la niña a la AFP.

Operaciones en Cisjordania

La ONU y varios dirigentes internacionales reclaman un alto el fuego por motivos humanitarios, pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exige antes la liberación de los rehenes. El presidente estadounidense, Joe Biden, insistió el viernes en la liberación inmediata de los rehenes, en conversaciones con el emir de Catar, que media en las negociaciones sobre esta cuestión.

La violencia también se ha incrementado en Cisjordania ocupada, tanto por las agresiones de colonos contra los palestinos como por las crecientes operaciones del ejército israelí. El viernes, las fuerzas armadas anunciaron la muerte de «al menos cinco terroristas» en un campamento de refugiados de Yenín y confirmaron otros dos muertos por disparos en Hebrón, en el sur de este territorio. Por la noche, la Media Luna Roja dijo que otras cinco personas murieron en otro ataque contra un campo de refugiados, esta vez en Naplusa.

Por: Agencia