La policía rusa ha encontrado vivo al desaparecido ministro de Sanidad de la región siberiana de Omsk, Alexandr Murajovski, exjefe del hospital que trató al líder opositor, Alexéi Navalni, tras ser envenenado en agosto de 2020 con el agente químico Novichok.
Según informó el Gobierno regional a medios locales, Murajovski llegó por su propio pie a la pequeña aldea de Basli, donde pidió ayuda a sus habitantes.
Aunque estuvo más de tres días desaparecido, se encuentra bien de salud, según las autoridades, y se negó a ser hospitalizado.
El funcionario fue hallado a 15 kilómetros de donde los equipos de rescate habían encontrado el cuadriciclo que había abandonado al sufrir una avería cuando se dirigía a una reserva de caza.
En las labores de búsqueda participaron unas cien personas entre efectivos de la guardia nacional y de los servicios para Situaciones de Emergencia, que contaron con helicópteros y drones, inspectores de caza, voluntarios y residentes locales.
Murajovski desapareció el 7 de mayo supuestamente durante una cacería, aunque sus allegados no informaron de su desaparición a la policía hasta el día siguiente después de ser incapaces de encontrarlo por su cuenta.
Su desaparición despertó todas las alarmas, ya que dos de los médicos del Hospital de Urgencias Nº 1 de Omsk donde fue ingresado Navalni han muerto en los últimos meses en extrañas circunstancias.
Murajovski, que fue promovido al cargo de ministro regional de Salud en noviembre pasado, fue uno de los médicos de dicho hospital que aseguró que Navalni no había sido envenenado y obstaculizó al principio su traslado a una clínica berlinesa.
En su momento, dijo que los facultativos barajaban varios diagnósticos posibles, pero se inclinaban por el de “trastorno del metabolismo de carbohidratos”.
Un laboratorio especializado de Alemania halló posteriormente claros indicios de que el opositor había sido envenenado con un agente neurotóxico del grupo Novichok, de fabricación rusa.
Esta conclusión fue corroborada por otros laboratorios de Francia y Suecia y por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Un subjefe médico del mismo hospital de Omsk, Serguéi Maksimishin, murió en febrero pasado a los 55 años debido a un infarto de miocardio, en tanto que al mes siguiente el jefe de traumatología y ortopedia del centro, Rustám Agíshev, falleció a los 62 años debido a una apoplejía que sufrió a finales de 2020, según el diario independiente Meduza.
Por Agencia