domingo, diciembre 22

En Zulia seis de cada 10 hogares come una vez o nada en todo el día

La Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) presentó el informe Seguridad Alimentaria en Zulia- Marzo 2021, que comprende los resultados de la cuarta encuesta sobre seguridad alimentaria que realizan en la región. El estudio abarcó una muestra de mil 200 hogares en los cinco municipios de la región zuliana con mayor población: Maracaibo, San Francisco, Cabimas, Mara y Lagunillas, respectivamente, y fue aplicado durante el mes de marzo.

Este estudio da cuenta de la permanencia de la inseguridad alimentaria en los hogares zulianos, configurada tanto en los diversos obstáculos para la producción, distribución y comercialización de alimentos, como por la adaptación de severas estrategias de sobrevivencia, poca variedad dietética y discontinua frecuencia de consumo, malos hábitos alimenticios, y programas estatales de alimentación ineficientes, lo que en conjunto deriva en graves limitaciones para el acceso y la disponibilidad de alimentos entre los hogares zulianos, intensificadas por la pandemia.

Más hambre, menos sueldo

Tras ser consultadas, nueve de cada 10 personas entrevistadas refirieron tener una percepción negativa de la situación actual de la comunidad donde vive, calificándola de mala o muy mala. Aunado a esto, en general, el 55,4 pro ciento de los hogares tiene un ingreso mensual entre $ 10 y 50, es decir, $ 1,66 diarios como máximo. Mientras que siete de cada 10 hogares gasta entre menos de $ 5 y 50 en compras mensuales de comida.

Esto es consistente con el hecho de que la crisis económica sea la principal preocupación de los zulianos: cuatro de cada 10 hogares expresa su malestar por los problemas asociados a la inflación, falta de dinero en efectivo, desempleo, insuficiencia de ingresos, entre otros.

Esta situación ha forzado a que miles de familias zulianas hayan tenido que adaptar estrategias de sobrevivencia para acceder a los alimentos cuando no tienen suficientes recursos o dinero para adquirirlos, ante lo que Codhez vio necesario determinar el índice de estrategias de sobrevivencia (IES) y el puntaje de consumo de alimentos (PCA).

Indicadores en rojo

En esta encuesta se determinó la calificación IES, un indicador de seguridad alimentaria que mide las prácticas aplicadas por los hogares que no pueden acceder a los alimentos, cuyo resultado es una puntuación numérica: un puntaje alto significa que los hogares adoptaron estrategias con mayor frecuencia y más severas para alimentarse.

En este sentido, el promedio del IES reducido de los hogares en el Zulia es de 31 puntos, con un IES mínimo de seis puntos y un IES máximo de 56 puntos. Se trata de un rango amplio que remarca las brechas de desigualdad entre los hogares.

El IES en los hogares zulianos con niñas, niños y adolescentes (NNA) es de 34 puntos. En este último supuesto se excede el promedio entre los hogares de la región e implica la adopción de estrategias de sobrevivencia con más frecuencia y gravedad para alimentarse, reflejando los sacrificios que realizan los adultos para que los menores tengan una mejor alimentación.

Codhez también destaca la situación de hogares donde una madre o una abuela están a cargo de la familia (25,7% de la población encuestada), en los que se registra un IES reducido promedio de 32 puntos. Así, esta resulta una población que requiere atención prioritaria, puesto que en estas familias a cuyo cargo se encuentran madres o abuelas, solo 21,75 por ciento de las jefas de familia tiene empleo fijo, 9,74 por ciento están desempleadas y 54,22 por ciento trabajan por su cuenta, mientras que 1,3 por ciento están jubiladas, y 12,99 por ciento son amas de casa.

Y en referencia específica a los municipios encuestados, Maracaibo sobrepasa el promedio de la región con un IES de 35 puntos, seguido de Cabimas con 31 puntos, Lagunillas con 29 puntos, San Francisco con 28 puntos, y Mara con 24 puntos. Sin embargo, en todos los municipios encuestados se registran brechas considerables entre las puntuaciones mínimas y máximas referidas a los hogares que aplican estrategias de sobrevivencia para alimentarse, por lo que existen hogares que deben afrontar las posibilidades de alimentarse de forma más riesgosa y comprometida.

Dificultades para acceder a una alimentación adecuada

De la encuesta realizada por Codhez en los cinco municipios zulianos más poblados, se desprende que en cuatro de cada 10 hogares zulianos consumieron siete veces a la semana alimentos que menos les gusta o más baratos; mientras que cuatro de cada 10, afirmó haber dejado de desayunar, almorzar y cenar entre tres y cuatro veces a la semana; y en cuatro de cada 10, se disminuyó el tamaño de las porciones de la comida siete veces a la semana.

También destaca que seis de cada 10 hogares declaró haber comido una vez o dejado de comer en todo el día, entre una y cuatro veces a la semana. Pedir alimentos prestados entre una y siete veces a la semana fue una situación reportada en cinco de cada 10 hogares. En menor proporción, tres de cada 10 hogares comió dependiendo de la ayuda de vecinos, amigos o familiares que viven en el país, en lo que seis de cada 10 hogares dependieron de la ayuda de familiares en el exterior para alimentarse.

Además, ocho de cada 10 hogares durante la semana tuvo que vender o intercambiar bienes personales por o para comprar comida; y siete de cada 10, trabajó a cambio de alimentos entre una y siete veces a la semana. Sin embargo, el elemento que más afecta a las familias zulianas es el alto precio de los alimentos. En efecto, ocho de cada 10 hogares afirmó que la carestía de los alimentos es el gran obstáculo para su compra.

Poca variedad en la dieta

Codhez también evaluó la diversidad dietética y la frecuencia del consumo de alimentos en los hogares del Zulia, en atención a ocho grupos de alimentos diferentes durante el transcurso de una semana, para determinar el puntaje de consumo de alimentos (PCA). De los mil 200 hogares zulianos encuestados, 93 por ciento presenta un PCA aceptable; siete por ciento un PCA limitado; y uno por ciento un PCA pobre.

En este orden, ocho de cada 10 hogares consumió cereales, plátanos y tubérculos entre seis y siete días a la semana; nueve de cada 10, consumió granos entre cuatro y siete días a la semana; ocho de cada 10, consumió vegetales entre dos y cuatro días a la semana; ocho de cada 10, no consumió frutas durante la semana; ocho de cada 10, consumió carnes, huevos, pescado y mariscos entre tres y cinco veces a la semana; cinco de cada 10, consumió lácteos entre dos y tres días a la semana; 10 de cada 10, consumió aceites y grasas durante toda la semana; y cinco de cada 10, no consumió azúcares durante la semana.

En cinco de cada 10 hogares zulianos no se desayuna, y en tres de cada 10 no se cena. En ambas comidas las combinaciones más comunes son arepa con queso y arepa con huevo. En el almuerzo la mayoría come pasta con verduras, huevos con arroz, y arroz con verduras y granos.

Remesas vs. ayudas gubernamentales

Todo lo anterior escenifica un complicado panorama en el día a día de los zulianos, cuya subsistencia depende en gran medida de las remesas o ayudas económicas de familiares en el exterior. Los municipios con mayor tasa de emigración en el Zulia son Mara (78%) y San Francisco (75%): ocho de cada 10 hogares.

En tal sentido, 97,2 por ciento de los hogares donde emigró algún familiar percibe apoyo económico. En específico, del total de hogares del Zulia, la ayuda mensual alcanza a cinco de cada 10 hogares, y cuatro de cada 10 hogares percibiría entre $ 11 y 50 cada mes de familiares en el exterior.

En el caso concreto las mujeres que viven en hogares que reciben esta ayuda mensual, 66,3 por ciento comen dos veces al día, y 73,4 por ciento lo hacen tres veces. También, en 68,9 por ciento de los hogares donde NNA comen tres veces al día son apoyados cada mes por familiares en el exterior.

Ahora bien, en cuanto a las ayudas del gobierno nacional, si bien el 96,1 por ciento de los hogares afirmó haber recibido dinero por parte del gobierno nacional a través de misiones, pensiones o bonos asociados al carnet de la patria, estas ayudas resultan irrisorias e insuficientes como contribución a la alimentación, dado que las mismas oscilan entre $ 5 o menos.

Índices de inseguridad alimentaria demandan acciones urgentes

Codhez insiste en la necesidad urgente de que el Estado venezolano asuma su responsabilidad como garante de los derechos humanos de los zulianos, con especial énfasis en la garantía de la seguridad alimentaria; por lo que estima imperioso planificar y ejecutar medidas sustentables que permitan el restablecimiento de la seguridad alimentaria en la región como elemento necesario para garantizar el derecho a la alimentación.

La organización de derechos humanos reitera que el Estado venezolano debe asumir su obligación constitucional de asegurar la seguridad alimentaria en la región, con la participación de todos los sectores involucrados, en especial de los expertos en la materia y los productores, distribuidores y comerciantes de alimentos, incentivando el rescate y la optimización de la cadena de producción nacional de alimentos, y atendiendo a las poblaciones más vulnerables, sobre todo mujeres, NNA, personas adultas mayores, y con enfermedades crónicas y discapacidad.

Por: Nota de Prensa / Foto: Cortesía